Ahora
entiendo el porqué de la desproporcionada vehemencia del anterior director de
la revista FARO, hoy auto-repuesto, para controlar nuevamente la dirección del
vocero de la Asociación Ancash Perú Usa: para servir al toledismo. Sea por
decisión propia, o del auspiciador, el toledista Augusto Wong; sea del nuevamente
auto-repuesto ex director, como cosecha propia; o de la Junta Directiva de común acuerdo, o por lo que
fuere, no deja de ser repudiable que se le dediquen elogios políticos, mostrándolo como paradigmático personaje de Ancash a Alejandro Toledo, tal como
aparece en la página 11 de la reciente edición de FARO No 6. ¿Por
qué?
Si se toma en cuenta el momento
político turbulento que vive el ex presidente en las últimas semanas; la mención que se
le hace, significa el respaldo tácito a sus actividades, que son motivo de
crítica y de investigación. Si esto es un criterio impuesto por el
auto-repuesto-anterior Director, significa que la influencia política
partidaria, en el quehacer institucional, cual si fuera dominio de un
auspiciador, demuestra la inclinación ideológica de sus dirigentes, cosa que no
se condice con la postura apolítica de cualquier organización regional.
No es oposición a la persona
del Ancashino Alejandro Toledo que nos lleva a criticar, sino a los que
representa este ex presidente, en el mundo político peruano, es lo que sus
correligionarios son a su partido; no es a Toledo a quien se le exalta con la
mención; es a aquel que explota su relación con el gobierno, es a aquel que es
blindado, cuando se intenta cualquier investigación. Porque no se esperan
siquiera los actos preliminares de las investigaciones, para saber si dice o no
la verdad; a esta altura se le respalda, con el peligro de tener como hombre de
Ancash al que algunos consideran traidor al pueblo,
El ex director de la revista Faro, hoy
auto-repuesto, en acuerdo con un pequeño auspiciador que dona $200.00 o la
Junta Directiva, han permitido la politización partidista de la institución, no
sabemos con qué intención. Esta es la oportunidad para que un presidente
inexperto diga su palabra, para demostrar su imparcialidad y por lo menos pueda
explicar el por qué de la ofensa política a la Asociación Ancash.
La Asociación Ancashina que fundé, no tenia miras políticas y así se comportó durante seis años. De haber sido esa la
intención, pudo hacer cualquier nominación al ex –presidente, cuando su
comportamiento político no tenía tantas críticas y tanta oposición y tantas
observaciones. Hoy, todo eso que alguna vez pareció política sana, es cuestionado por la mayoría de
analistas políticos, y es justo en estos momentos que la institución le otorga
el respaldo, poniendo de manifiesto un claro sesgo político. Mal, muy mal.
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