viernes, 14 de junio de 2013

La reelección que perpetúa el sistema de: LA CORRUPCIÓN



 



Por Cabe



Una caricatura reciente de Carlín, el gran caricaturista peruano, en que se vé a partidarios del Apra con una banderola contra la “reelección conyugal” frente a una cárcel en la que Alan García abre la puerta mientras el ministro Pastor recibe la coima que permite a avezados delincuentes y narcotraficantes salir libres mediante el pago de una cuota a 10 mil sólares por año de condena, expresa mejor que mil palabras la conducta de los políticos peruanos.
La cortina de humo, levantada por el APRA y Alan García, para ocultar el escándalo de los narcoindultos que debiera llevarlos a la corte y al banquillo de los acusados, se ve que está dando resultados.

La famosa frase de “reelección conyugal” que los medios chicha, comenzando por El Comercio y terminando por el Bocn, y todos los de su género, que alguna vez recibieron montañas de dinero de Montesinos, repiten hasta la saciedad, ha levantado tanto humo alcanzado una elevada altura que es imposible ver que detrás de éste se esconde la corrupción aprista.
Pero ese humo ahora se refuerza con una denuncia que a tosdas luces parece que envuelve al “cholo sano y sagrado”, a quien al parecer, también la plata le ha estado llegando sola.
En lo que toca a Humala, quien hasta hoy no justifica de dónde salió el dinero para la casona y los 4x4 que posee.
Podríamos rebuscar hasta el infinito la causa de las riquezas de los políticos y de los empresarios en general y la causa será siempre la misma que  haría al poeta Bertold Brecht decir que “detrás de una gran fortuna, hay un gran crímen”.
Así, el ciclo de acumulación de riquezas se reproduce, porque está en la naturaleza misma no de los seres humanos sino del sistema capitalista que hoy gobierna el mundo.
Este es el sistema que se reproduce incesantemente y que tiene en la mendacidad y la hipocrecía sus aliados más importantes.
¿No es acaso hipocrecía, cacarear incansablemente en el Perú, como lo hacen los medios, contra la reelección, sea “conyugal” o no, cuando vemos que por decir lo menos, desde hace 23 años tenemos gobernando al mismo personaje que violentando todas las leyes impuso una Constitución que sólo ha servido para aumentar las desigualdades en el país.
Fujimori, quien se hizo reelegir dos veces consecutivas, organizó un Estado cuyo objeto ya no es velar por el bienestar de los ciudadanos sino de las empresas que saquean al Perú de manera constante e incansable.
Humala no es la excepción. Por el contrario, por mucho que haya juramentado por la Constitución del 79, su mandato no sale ni un ápice del modelo corrupto y mafioso implantado por el fujimontesinismo y que ha serviso para que los sucesivos gobiernos y sus gobernantes hayan visto como la plata les llega sola, pero saliendo de los bolsillos del pueblo peruano.
Por eso, no debe sorprendernos el caso escandaloso que enloda a Toledo, como tampoco los narcoindultos de Alan García, o la sospechosa fortuna que ostenta desde candidato el actual mandatario Ollanta Humala que, quien sabe, debe estar por ahí haciendo de las suyas, aunque sacándolas de las nuestras.

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