Carta abierta al Presidente de
los EE.UU. de Norteamérica, Barack Hussein Obama
de Adolfo Pérez Esquivel
4 de Septiembre de 2013
La situación en Siria es
preocupante y una vez más los EE.UU., erigiéndose en gendarme del mundo,
pretende invadir Siria en nombre de la “Libertad” y los “derechos humanos”.
Tu predecesor George W. Bush en su locura mesiánica supo
instrumentalizar el fundamentalismo religioso para llevar a cabo las guerras
mesiánicas en Afganistán e Irak. Cuando declaraba que conversaba con Dios, y
Dios le decía que tenía que atacar a Irak, lo hacía porque era dictamen de Dios
exportar la “libertad” al mundo.
Tú has hablado, con motivo de
los 50 años de la muerte del Reverendo Luther King, también Premio Nobel de la
Paz, de la necesidad de completar el “Sueño”de la mesa compartida, de quien
fuera la más significativa expresión de lucha por los derechos civiles contra
el racismo en la primera democracia esclavista del mundo. Luther King fue un
hombre que dio su vida para dar vida, y por eso es un mártir de nuestro tiempo.
Lo mataron después de la Marcha sobre Washington porque amenazaba con
desobediencia civil a seguir siendo cómplices de la guerra imperialista contra
el pueblo de Vietnam.
¿Realmente crees que invadir militarmente a otro pueblo es aportar a
ese sueño?
Armar rebeldes para luego
autorizar la intervención de la OTAN, no es algo nuevo por parte de tu país y
tus aliados. Tampoco es nuevo que EE.UU. pretenda invadir países acusándolos de
posesión de armas de destrucción masiva, que en el caso de Irak resultó no ser
cierto. Tu país ha apoyado el régimen de Saddam Hussein que utilizó armas
químicas para aniquilar a la población kurda y contra la Revolución Iraní y no
hizo nada para sancionarlo porque en ese momento eran aliados. Sin embargo
ahora pretenden invadir Siria sin siquiera saber los resultados de las
investigaciones que está haciendo la ONU por autorización del mismo gobierno
Sirio. Ciertamente que el uso de las armas químicas es inmoral y condenable,
pero tu gobierno no tiene autoridad moral alguna para justificar una
intervención.
El Secretario General de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, expresó que un
ataque militar en Siria podría empeorar el conflicto.
Mi país, la Argentina, que se encuentra ejerciendo la Presidencia del
Consejo de Seguridad de la ONU, ha hecho pública su posición contra una
intervención militar extranjera en la República Siria negándose a ser “cómplice
de nuevas muertes”.
El Papa Francisco también llamó a globalizar el pedido de paz y
decretó una jornada de ayuno y oración en contra de la guerra para el día 7 de
septiembre, a la cual nos adherimos.
Hasta tu histórico aliado, Gran Bretaña, se ha negado (al menos de
momento) a ser parte de la invasión.
Tu país está transformando la “Primavera Árabe” en el infierno de la
OTAN, provocando guerras en el Medio Oriente y desatando la rapiña de las
corporaciones internacionales. La invasión que pretendes llevará a más
violencia y más muertes, así como a la desestabilización de Siria y de la
región. ¿Con qué objetivo? El lúcido analista, Robert Fisk, ha precisado que el
objetivo es Irán y postergar la concreción del estado palestino, no es la
indignación que producen la muerte de cientos de niños sirios lo que los motiva
a ustedes a intervenir militarmente. Y justamente cuando ha triunfado en Irán
un gobierno moderado, donde se podría tratar de contribuir a lograr escenarios
de negociación pacífica a los conflictos existentes. Esa política será suicida
de tu parte y de tu país.
Siria necesita una solución política, no militar. La comunidad
internacional debe dar su apoyo a las organizaciones sociales que buscan la
paz. El pueblo sirio, como cualquier otro, tiene derecho a su autodeterminación
y a definir su propio proceso democrático y debemos ayudar en lo que nos
necesiten.
Obama, tu país no tiene
autoridad moral, ni legitimidad, ni legalidad para invadir Siria ni ningún otro
país. Mucho menos luego de haber asesinado 220.000 personas en Japón lanzando
bombas de destrucción masiva.
Ningún congresista del parlamento de Estados Unidos puede legitimar lo
ilegitimable, ni legalizar lo ilegalizable. En especial teniendo en cuenta lo
que dijo have unos días el ex presidente norteamericano James Carter: “EE.UU.
no tiene una democracia que funcione”.
Las escuchas ilegales que realiza tu gobierno al pueblo norteamericano
parecen no ser del todo eficientes, porque según una encuesta pública de
Reuters, el 60% de los estadounidenses se oponen a la invasión que quieres
llevar a cabo.
Por eso te pregunto Obama ¿A quién obedeces?
Tu gobierno se ha convertido en un peligro para el equilibrio
internacional y para el propio pueblo estadounidense. EE.UU. se ha vuelto un
país que no puede dejar de exportar muerte para mantener su economía y poderío.
Nosotros no dejaremos de intentar impedirlo.
Yo estuve en Irak luego de los
bombardeos que realizó EE.UU. en la década de los 90’s, antes de la invasión
que derrocó a Sadham Hussein. Vi un refugio lleno de niños y mujeres asesinados
por misiles teledirigidos. “Daños colaterales” los llaman Uds.
Los pueblos están diciendo
¡BASTA! a las guerras. La humanidad reclama la Paz y el derecho a vivir en
libertad. Los pueblos quieren transformar las armas en arados, y el camino para
lograrlo es “DESARMAR LAS CONCIENCIAS ARMADAS”.
Obama, nunca olvides que
siempre recogemos los frutos de lo que sembramos. Cualquier ser humano debería
sembrar paz y humanidad, más aún un Premio Nobel de la Paz. Espero que no
termines convirtiendo el “sueño de fraternidad” que anhelaba Luther King en una
pesadilla para los pueblos y la humanidad.
Recibe el saludo de Paz y Bien
Adolfo Pérez Esquivel
Premio Nobel de la Paz
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