Y se llama Perú
Por Carlos Felice
Es un anhelo largamente soñado por muchos peruanos. Desde los primeros nacionales que llegaron a estas frías tierras lejanas, dejando la miseria de un país cruel y sin oportunidades.
Fueron los primeros, los pioneros, surquillanos en su mayoría, los que se reunían en torno a su nacionalidad peruana a escuchar su música. En los años cincuenta no había ningún restaurante peruano en una esquina de la Grand St. En las afueras y dentro de una tienda puertorriqueña, según reseña uno de los pocos sobrevivientes de esas épocas, allí se encontraban.