Las celebraciones
de fiestas patrias peruanas en Paterson, tal vez sean las celebraciones más cálidas
de todas las que no se hacen en el propio suelo patrio. Aquí hay un desfile que
cruza tres pueblos y cinco millas, que une a todos los peruanos en el único
domingo de cada año que tirios y troyanos están juntos y vivando a su bandera y
a su nación, no importa que mañana las cosas sean distintas hoy hay que
celebrar y brindar por la patria, esa señora tan lejana y extraña que no
abriga a sus hijos, sino más bien los
deja ir a la aventura en busca de un mundo mejor.
Como quiera que
sea el peruano de a pie a aprendido a divertirse en un medio extraño y frio
donde decir patria es como decir nada, pues la patria no les dio ni la
oportunidad de trabajar y ser útiles a su sociedad tuvieron que emigrar y hacer
los trabajos más duros, tuvieron que adaptarse a costumbres extrañas, pero el
peruano no se rinde se cae y se levanta, tiene metas trazadas para él y su
familia. Es a este tipo de peruanos a que nos referimos y no a los que nos
llenan de vergüenza, que llegaron y reprodujeron los mismos vicios y las mismas
lacras de su descomposición social y no tienen futuro, solo esperan la muerte
en medio de su orfandad.
En estas fiestas
patrias donde el desfile y festival en
Paterson nos cobija con el sentimiento puro y sincero de amor a lo
nuestro, a todo los que nos sabe a ese
país con muchas costumbres, con sus cholos, blanquiñosos, sus sambas y negros
cuarterones tercerones y sacalaguas, ese crisol multicultural que nos hace tan
singulares dentro de la pluralidad. Y aquí en este Paterson y pueblos aledaños
reproducimos fielmente mezclándonos, con
otras razas a través de nuestros hijos y los hijos de estos. El Perú, es un país hermoso con muchas dificultades
para salir adelante, porque desde su fundación que hoy celebramos estuvimos ausentes
de ejercer el poder de dirigir nuestros destinos. Desde el inicio se instauro
el Perú con las viejas leyes y ordenanzas de los españoles que dejaron a sus
hijos los criollos o peruanos con el mismo poder político y económico de sus
antepasados, el pueblo siempre estuvo de espectador o convidado de piedra para
poder ejercer su derecho a un futuro mejor. Entre los descendientes de los españoles
y europeos se negociaban los campos, los gobiernos, el guano, el salitre, los minerales, los
hidrocarburos y hasta ahora lo siguen haciendo y nosotros somos el resultado de
tanta barbarie, tanto despojo, tanto abuso y tanta deslealtad.
Por ello en estos
días de la patria de Grau y Bolognesi, del cholo Olaya y el grumete Medina, de Francisco de Zela, De Túpac
Amaru II, y la zamba Micaela Bastidas, de Haya y Mariátegui, de Gonzales Prada
y Vallejo, de Chocano y Arguedas, de Quiñones y Javier Heraud, de Luis de la
Puente Uceda y Carlos Malpica, de Elena Moyano, de Javier Diez Canseco y tantos
peruanos que emprendieron el camino difícil de construir un país diferente al
que nos imponen los oligarcas y sus serviles, a los que tenemos que confrontar
en cada momento de nuestros días, porque fueron ellos los que nos dejaron sin
celebrar en nuestro terruño condenándonos a una vida miserable que sorteamos
con nuestra partida a tierras lejanas en busca de una oportunidad.
Desde esta discreta
tribuna les deseamos a todos los connacionales un feliz 28 de Julio, somos
hijos de un país hermoso con un pasado milenario, somos Perú.
De otro lado
seguramente en el mismo momento en que usted lea nuestro quincenario, estemos
celebrando su cuarto año de vida periodística, seguramente los componentes y
todos los que alguna vez tuvieron que ver con este medio alternativo, eleven
una sonrisa al viento. Cuatro años y cada vez el compromiso se hace enorme y
nuestras ganas de seguir porfiando crecen como la sombra cuando declina la
tarde, pero lo primero que hacemos es agradecer a esos personajes que en forma
silenciosa y aislada siguen apoyándonos
con la grandiosidad de su solidaridad. No les vamos a fallar, nuestra
tarea va mas allá de los negocios y recompensas, nuestra tarea es un compromiso
de honor con la confianza de la que somos depositarios.