EDITORIAL
Peruvian Parade a la deriva
Nuestra primera institución de la comunidad en New Jersey, prácticamente sin dirección, un presidente que por ser un medico competente, es muy escaso el tiempo para labores institucionales, un vicepresidente, odontólogo de profesión, e igualmente con muy escaso tiempo para labores institucionales, un Secretario General, limitado para ejercer la función organizativa de la institución, una Secretaria de relaciones públicas que no hace una carta para la institución, al parecer solo la Secretaria de economía y la secretaria de actas cumplen su cometido. Los anteriores debieran irse a sus casas y dejar las labores institucionales a peruanos que no sean tan brillantes pero que tengan el tiempo y las ganas que requiere ser dirigente y diligente de nuestra institución. Resulta increíble que se contrate a una secretaria para que realice las labores propias de los dirigentes elegidos, si una secretaria remunerada, los directivos no tiene tiempo ni tino para escoger a sus colaboradores en estos menesteres.
La dirección del desfile entregada al heredero del grupo de apristas afincados en primera línea de nuestra institución, es decir al señor Mario López, quien ya lanzo su candidatura en solitario, tratando por su puesto con los atropellos a los estatutos institucionales ser el único candidato avalado por los votos que el actual presidente le brinde a la mejor forma del partido de Alan García, y por su puesto con la anuencia de la prolongada presidenta de los Fideicomisarios, convertida en apéndice de la actual dirección, se olvidó completamente de su carácter fiscalizador como fideicomisario.
La dirección del desfile entregada al heredero del grupo de apristas afincados en primera línea de nuestra institución, es decir al señor Mario López, quien ya lanzo su candidatura en solitario, tratando por su puesto con los atropellos a los estatutos institucionales ser el único candidato avalado por los votos que el actual presidente le brinde a la mejor forma del partido de Alan García, y por su puesto con la anuencia de la prolongada presidenta de los Fideicomisarios, convertida en apéndice de la actual dirección, se olvidó completamente de su carácter fiscalizador como fideicomisario.