Por Cabe
LOS
TRES MENSAJES
Poco antes del mensaje presidencial del 28 de julio, la derecha peruana
agarró a periodicazos, a un tímido y cobarde Humala, para impedir que éste se
saliera una coma de la hoja de ruta aprobada por la Confiep y para que prosiga,
como ex-perrito rabioso finalmente domesticado, alcanzándole el palito a sus
patrones.
Los medios que se preguntaban si habría sorpresas chavistas, fueron de
inmediato respondidos por el Primer Ministro en e sentido de que todo seguiría
igual y que el presidente ya tiene las manos hinchadas porque cada vez que
intenta tomar los controles es interrumpido por los manotazos de Castilla, el
ministro de economía que fue quien, tal como ya se ha informado, estuvo a cargo
de redactar el mensaje que Humala leyó, y que hubiera sacado cero en exámen de
lectura.