sábado, 17 de agosto de 2013

LOS JÓVENES INDIGNADOS







Detrás de las repartijas blanqui “rojas”



“Ser joven y no ser revolucionario, es una contradicción hasta biológica “

-Salvador Allende


 Por Rosemary Malpartida


Crisis política y social en el país y en nuestra izquierda, política neoliberal con la que nos ataca el Estado, Ley Servil, imposición de una la Ley universitaria, huelga indefinida del sector salud, pacientes muriendo, caminar día a día y encontrar ancianos, jóvenes y niños sumidos en la miseria mendigando por un pan.

 Con todos estos y otros problemas que existen en nuestra sociedad, no perdamos tiempo y trabajemos por la construcción de una generación solida, que no responda a apetitos individuales, porque cualquiera puede tener sus cinco minutos de fama, pero eso pasa y luego ¿qué queda?. Una experiencia más de ello ya lo vimos con el movimiento de los indignados #22J, donde salimos más de 6 mil jóvenes a las calles pero luego en la marcha del #27J no fuimos ni trecientos.

 ¿Qué paso? eso deberíamos de preguntarnos y trabajar por cimentar organizaciones solidas, en las que realmente podamos tener ligazón, representación y reconocimiento de la sociedad y la juventud.


Necesitamos trabajar sin caer en el coyunturalismo, sin creernos lo poseedores de la verdad absoluta, aprendiendo y desaprendiendo humildemente, generando alternativas creativas de cambio y transformación.Los jóvenes necesitamos ir mas allá de lo que nos  impuso estos 20 años de neoliberalismo, dejar viejas practicas políticas como el de burlarnos y no dar las criticas directamente, hacer #repartijas, entre otras cosas, porque estas actitudes generan desconfianza y corroen con la unidad y compañerismo que debería haber en personas que comparten los mismos ideales como el de luchar por un mundo mejor para todos y todas. El verdadero socialismo se construye desde nuestro accionar diario, y no solo en el discurso.

 En estas ultimas semanas la izquierda (Confluencia) ha vivido momentos  muy tensos y nosotros, los jóvenes, no hemos sido ajenos. Estas situaciones han sido generadas por practicas que se repiten y otras que son nuevas, ahí tenemos las discrepancias sobre las alianzas políticas y la forma de conformar las listas, yo defendí la postura de no hacer alianzas electorales con sectores que tenían procesos de corrupción y violación a derechos humanos, y también el de convocar a  elecciones primarias para conformar la lista de candidatos, y así cada militante y joven defendió una posición similar o muy diferente. Hubieron aciertos y equivocaciones pero esta experiencia nos ha servido a todos/as para poder aprender que los acuerdos no se imponen, que debemos planificar y hacer buenos análisis para no caer en la improvisación, y sobretodo la importancia de tener una auténtica democracia y transparencia en nuestras prácticas políticas. Necesitamos desarrollar nuestra identidad como izquierda y organizarnos.

 Nadie puede decir que fue perfecto y menos descalificarnos el uno del otro, es necesario evitar el lenguaje acalorado, las distorsiones, las burlas y los ataques personales que sólo sirven para desviar la atención de las cuestiones políticas.

 Todos/as estamos en este camino, en esta lucha diaria por un sistema diferente, y seguiremos conviviendo y trabajando por la construcción de una izquierda que este al servicio de la población y no de cupos electorales. 

Sigo insistiendo al igual que muchos de mi generación, que es necesario que construyamos un Programa Político y una Plataforma Juvenil, para tener lineamientos políticos y orgánicos que sean sólidos, democráticos y representativos. Donde podamos discutir, proponer y sobretodo trabajar por solucionar las problemáticas de nuestra sociedad y generación, para dejar de vivir en el coyunturalismo e ir cimentando las bases de un verdadero poder popular.

 Hacia ese camino debemos de ir todos y todas los/as que queremos un mundo mejor, hacia el socialismo, como lo propuso y por lo cual luchó José Carlos Mariátegui.
 

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