Por CABE
Movilizaciones a ritmo de samba
Las grandes revueltas ocurridas recientemente en el Brasil en la que
se han juntado sectores tan disímiles de la sociedad carioca, como
izquierdistas, derechistas, fachos y ultras, exigen una comprensión para los
analistas políticos que vaya más allá de las respuestas parametradas.
El simplismo de la derecha, que advierte que el “populismo” no
resuelve y con ello echan agua para su molino, es simétricamente igual a la
respuesta de quienes suponen, como expresa la propia Dilma Rousseff, que la
protesta será válida “pero todo dentro de la ley y el orden. Brasil luchó duro
para convertirse en un país democrático y también está luchando duro para
convertirse en un país más justo”.
Lo que no dice la señora presidenta es que “la ley y el orden” que
ella defiende desde la cima del Estado brasileño es la que impone el sistema
capitalista.