viernes, 28 de junio de 2013

Humala y la izquierda peruana



  




Por CABE




Las recientes declaraciones del presidente Humala al diario El Pais, de España, aparecidas también en La República, son francamente delirantes.
Revelan la tipología del renegado. Reniega de los padres que le dieron la vida, reniega de la formación izquierdista que recibió en su casa, reniega de los amigos de izquierda (moderada) que lo ayudaron a llegar al gobierno.
También miente, y eso no es más que una manera de redondear su actual configuración de renegado.

Miente Humala cuando sostiene que los izquierdista que lo llevaron al gobierno no aguantaron más que 6 meses y luego se pasaron a la derecha. ¿Quiere decir con esto, quer Siomi Lerner y demás miembros izquierdistas de su gabinete “abandonaron” su gobierno? ¿No fue acaso que fueron echados, por el propio Humala, para darle el poder al cachaco Valdés, quien militarizó y ensangrentó Cajamarca?
Mofándose de la izquierda, Humala, recuerda que “cuando llovía en Moscú acá salían con su paraguas”. No deja de ser cierto, pero eso corresponde al viejo stalinismo que no pinta a la totalidad de la izquierda, pues así como en la derecha hay diferentes partidos, como el fujimorismo, el aprismo, el pepecismo, el toledismo, los pepecausas, etc. en la izquierda también hay variantes y no se les puede meter a todos en un solo saco, mucho menos proclamarse al margen de esas corrientes, supuestamente superadas como si estas no correspondieran al pensamiento variado  y antagónico existente en una sociedad de clases.
“Ni de derecha, ni de izquierda, nuestra revolución es sinuosa”, decía en los 70 luego de muchos tragos el borrachín dictador Morales Bermudez. Hoy Ollanta afirma que “soy de abajo”.
Dice muy bien quien se pone por debajo de los zapatos de los poderosos intereses económicos que digitan la política peruana y que lo agarran a periódicazos cada vez que quieren para que no toque las verdaderas riendas del poder.
Pero así como permite que humillen a sus padres y a su esposa, Humala cree que va a permitir que la derecha siga pisoteando al pueblo peruano. Eso está por verse. Conga vuelve a poner en aprietos a su gobierno. Ya el pueblo de Cajamarca está protegiendo sus lagunas y aunque el renegado Humala puensa militarizar la zona, los derechos del pueblo no se ahogarán en sangre una vez más. Los ojos del mundo entero están pendientes de lo que allí suceda
Conga no va, don renegado.

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