Por Lucio Agustin Torres *
En pleno gobierno nacionalista, el de la “gran
continuidad Neoliberal”. El Perú sigue
siendo una Republica bananera, donde la ley está hecha para no cumplirla, la
mentira y la criollada son cartas de presentación, pero sobre todo la
corrupción sinónimo de éxito y de emprendimiento. ¿Sera por ello que el 49% de
la población votante dio su respaldo a la hija de la corrupción, en las últimas
elecciones nacionales?
La corrupción envuelve a una considerable mayoría,
víctima de la incultura, ignorancia y desdén, así como a elementos de las
clases dominantes que prefieren mantener al pueblo limitado y excluido. El
estilo de vida estaría inclinado por métodos ilícitos considerados naturales.
Se llega a medir el ingenio para burlar la ley. En el Perú, la política tiene
lemas: “El País como botín”, “Roba pero hace obra”, “Todos los gobiernos roban”. Frases creadas para justificar el
comportamiento de la decadencia política y social del País.
Y no creemos estar exagerando, basta mirar el congreso de
la Republica, existe 78 parlamentarios de 120 que en sus filas están denunciados
en la comisión de Ética: Por falsificadores, proxenetas, contrabandistas,
violadores sexuales, come oro, y hasta dos pobres señoras (mesera, y la otra
secretaria) que no pueden demostrar con documentos –signos exteriores de
riqueza en varios millones de soles.