sábado, 17 de agosto de 2013

Los Esclavos Africanos y La Chirimoya








“Búsquenme donde se detiene el viento,  donde haya paz o no exista el tiempo, donde el sol seca las lágrimas de las nubes en la mañana”.
LcEl franciscano fray Juan de Santa Gertrudis, viajero empedernido relata lo siguiente sobre esta fruta en 1756:  “….la carne de la chirimoya es más blanca que el algodón, blanda como la batata cocida, y muy más dulce que la pera; porque aquello es comer confitura y su dulzor nunca empalaga. No hay en España, ni creo que Dios haya criado fruta igual. Sólo en el paraíso pudo ser y este creo que es el Perú. Esta es la reina de las frutas que en el mundo hasta aquí se han conocido”



Al ser exterminados casi totalmente los Indios en el Perú Colonial, la ausencia de mano de obra para las haciendas era evidente, se traen Negros Africanos que introducen y modifican, en el Perú y en  América las costumbres y hábitos del nuevo continente, entre ellos los alimentarios. Los africanos poseían tradiciones fuertes y profundamente arraigadas entre ellos. En relación con sus hábitos alimenticios, la influencia en el Perú fue muy lenta y se inicio del campo a la ciudad a lo largo de años. La comida de los africanos esta rodeada de ritos y ceremonias, ante la ausencia de sus productos primigenios, estos lo suplieron rápidamente con los encontrados en  tierras peruanas.

La religiosidad africana nos cuenta que el creador del mundo es OLORDUMARE y que bajó del infinito acompañado de su hija OBBTALA. En el comienzo solo existía el agua, entonces Olordumare entrego a Obbtala un puñado de tierra metido en el caparazón de un caracol y además una gallina. La gallina al escarbar la tierra la esparció creando lo que ahora tenemos como continentes, además creo a los seres humanos dándoles cabeza, desde ese momento Obbtala se convierte en una Oricha (Diosa) mayor, se le considera creadora de la Tierra y escultora de los seres humanos, por lo tanto creadora de la vida. Es la deidad pura por excelencia y dueña de todo lo blanco, de los pensamientos y de los sueños, su madre es Olofi y la manda a la tierra para hacer el bien y gobernar el planeta, es amante de la paz y todos la buscan como abogado.
En el Perú los africanos en condición de esclavos, imploraban que se les presente Obbtala porque su vida se había tornado en un infierno inacabable, los castigos y atropellos eran interminables que en muchos casos llegaban hasta la muerte de los africanos. Según muchos de ellos, su ruego fue escuchado ya que encontraron a una fruta, la chirimoya, que tenia forma de cabeza y pulpa blanca, dulce y de una exquisitez inigualable, dentro de su desesperación empezaron ver a la Chirimoya como un mensaje de Obbtala y manifestaban que esta fruta encontrada en las nuevas tierras era Obbtala misma, ya que definían a esta Oricha (deidad) como la vida, dulce, blanca y exquisita pero lleno de problemas y castigos (se referían a la cantidad de semillas negras, que las conceptuaban como las lagrimas de esta Oricha por el sufrimiento de sus hijos). Desde ese momento la empezaron a adorar, en Cuba, los amantes de la religiosidad africana adornan sus casas con  pequeñas estatuillas y estas tienen como acompañante a una chirimoya pequeña.
Para los indios del Perú, quienes lograron domesticarla, era una fruta de consumo de las elites políticas, militares y religiosas. Su alta cantidad de potasio y vitamina “C” contribuyen a reducir las tasas de colesterol y glumicenia siendo muy recomendable para aquellas personas que sufren de hipertensión arterial o afecciones de vasos sanguíneos y corazón. Regula el estrés y reducen gran parte del ácido úrico, es un excelente diurético y por su contenido en calcio, retrasa el envejecimiento de los huesos. Los especialistas en nutrición recomiendan a todos los deportistas su consumo porque contribuye a la  transmisión y generación del impulso nervioso, actividad muscular.
 Para los Incas, la Chirimoya significa “Globo o Cabeza” (Chiri, frio y Moyu, cabeza). Los Aymaras, lo llamaban “yuraqyay”.  Que significa: blanquearse, aclararse. Los yarowillcas lo llamaban “anasu” que significa concubina, conviviente, querida y  los amuesha, grupo  indígena amazónico le denomina “anoona”. Cuando los indios tenían dolores de cabeza, soasaban  las hojas y se aplicaban en cataplasmas, sus semillas y las hojas son antiparasitarias y su corteza es antimicrobial. Cubrir las Pachamancas u otras elaboraciones gastronómicas con hojas de chirimoyas, es sumarle un aroma que despierta el apetito en esta preparación.
El sincretismo religioso de los africanos fue tan fuerte que la personificaron como la Virgen del Carmen y/o  Virgen de las Mercedes. En Perú, la  mayor producción de chirimoyas es el mes de Mayo, en la fiesta de la Virgen del Carmen. Los africanos solían comer chirimoya en el caparazón de caracol, esta costumbre lo hacían muchas veces a escondidas por temor a la represión.
Estimado amigo, cuando llegues al Perú, no olvides de comer una CHIRIMOYA, recuerda lo que escribió un cura catolico : “…., ni creo que Dios haya criado fruta igual. Sólo en el paraíso pudo ser y este creo que es el Perú…”
Rodolfo “Locrito” TAFUR
Bibliografía Consultada
1.- Rodríguez Camarero, Nancy “Influencia de la Cultura Africana en la Comida Americana y Cubana. Dossier de la Cocina Cubana, Feb. 1996
2.- Rodríguez Milan, Ramón “La Comida de los Esclavos Africanos y los Indios Americanos, S XVII” Bol. De la cultura Cubana, 1996-La Habana
3.- Navarrete, María Cristina “Génesis y desarrollo de la esclavitud en Colombia. Ss. XVI y XVII. Programa Editorial “Universidad del Valle”, Cali Colombia
4.- Herrera, de Antonio “Historia General de las Indias Occidentales”, Década V, Libro III. Pág. 47).
5.- UNESCO Programa “Memoria del Mundo” Cap: “Negros y Esclavos”- Archivo General de la Nacion-Bogota, Colombia
6.- De SANTA GERTRUDIS, F.J. Maravillas de la naturaleza. Tomo I. Biblioteca de la Presidencia de Colombia, Bogotá, 1956.

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