martes, 8 de julio de 2014

El doble juego del fujimorismo

 


Por Raul Wiener

El no voto fujimorista en la decisión de aprobación del informe sobre narcoindultos, luego de haber participado en el debate y haber enviado señales contradictorias: Tubino traicionando su propia labor en la Megacomisión; Becerril planteando que votarían a favor del informe; Chávez, invocando el indulto para Fujimori, como si fuera el tema; revela que este grupo más que cualquier otro está haciendo de este asunto una moneda de negociación y que mantendrá su ambigüedad hasta el último momento.
En el gobierno anterior, fueron los naranjas los que salvaron al gobierno en el tema de los petroaudios, luego que Raffo hiciera las veces de gran fiscal en los interrogatorios a Del Castillo y otros ministros apristas, para finalmente votar en contra del informe acusatorio dejando al presidente de la comisión en desairada minoría. El oso panda fue en realidad el Tubino de la vez anterior, quizás con más gracia y conchudez en sus virajes, pero con el mismo principio de mantener engañados al resto con la apariencia de investigadores implacables.
Pero ciertamente, lo más serio es lo que acaba de pasar en el pleno. ¿Quería realmente Becerril votar por el informe y ayudar a poner a García contra la pared, aunque solo fuera por el interés electoral de despejarle la cancha a Keiko?, ¿estaba Chávez planteando un canje de favores entre gobierno y fujimorismo por su propia iniciativa?, ¿recibieron todos los de Fuerza Popular algún mensaje como el que llegó a la Tablet de Mulder de parte de Alan García? Vaya uno a saber. Pero lo que era claro es que la banda K calculó todos los detalles: que AGP resultaría acusado, que el APRA se aislaría con solo siete votos, que tanto oficialismo como alanismo quedarían dependientes de su voto.
En adelante, ciertamente, los votos naranjas serán fundamentales para que la acusación avance, ya que de trece miembros de la comisión acusadora, seis son de Gana Perú y sus aliados, o sea no hacen mayoría suficiente como la que se expresó en el Pleno. En el camino, los abogados de García han vuelto a su juez favorito para pedirle que esta vez se vaya contra todo el Congreso. Es un atrevimiento bravo, pero se puede suponer fácilmente que hay varios como el PPC-Iberico, Solidaridad, Unidad Regional y una parte del fujimorismo, que ruegan que el juez Velásquez vuelva a sacar del foco los temas de fondo y convierta otra vez la investigación sobre problemas de Estado en un enredado entredicho entre poderes públicos.

Hace ya más de un año que García y su gente confirman que no se pueden defender en los temas en los que se le señalan distintas responsabilidades. De ahí la llora sobre las malas citaciones, las conspiraciones conyugales, el intento por sacarlo de la carrera de las elecciones. Cuando lo más fácil sería que dijera por qué indultó a tantos narcotraficantes e hizo otras barbaridades.

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