miércoles, 16 de marzo de 2016


Por CABE

Que las elecciones en Perú siempre han sido una farsa ya lo sabíamos, pero que esta farsa se exponga de la manera en que se ha hecho en estos últimos días, en Perú, ya bate todos los records Guinnes.

La reciente resolución de sacar de la carrera electoral a los candidatos César Acuña y a Julio Guzmán, especialmente a este último, que amenazaba con superar en votos a la candidata del poder económico peruano agazapado en la Confiep, muestra hasta que punto las elecciones no dejan de ser un fraude.
Eso es así, porque quienes gobiernan realmente en el Perú y que no se sientan en el sillón de Pizarro, sino en el del titular de la Embajada de los Estados Unidos y de la poltrona del mandamás de turno de la Confiep, ya tienen decidido quienes deben gobernar y quienes no.
No en vano, uno de los voceros tras las cortinas de esa Confiep, Alan García dijo una vez, bien claro, cuando aun estaba en la adminitración de la entrega de los recursos del Perú a las grandes corporaciones mundiales, el 23 de Marzo del 2009:

“En Perú el presidente (es decir, el propio Alan) tiene un poder, no puede hacer presidente al que él quisiera, pero sí puede evitar que sea presidente quien él no quiere”

No cabe duda que es él, Alan García, quien ha manipulado en el poder electoral, la salida de unos candidatos que le eran incómodos, que habían logrado aplastarlo al último lugar entre los candidatos conocidos, con la esperanza de que fuera ellos del combate, García pasaría al segundo lugar.
¡Que chiste! Luego de la "hazaña", se descubrió que al menos uno de los magistrados, Jorge Rodríguez, encargado de eliminar a Acuña y Guzmán es probadamente aprista, como lo señalan las últimas ediciones del diario La República. 
García, no obstante, sigue en el último lugar, con el riesgo de que su Alianza Popular con el PPC, no pase la valla electoral, por lo que ambos partidos se irían a pique, como el Titanic.
Datum, la empresa que ahora está demandando a García por difamación, pues éste le acusa de haberle querido vender un paquete de asesoría incluyendo la “ayuda” en las encuestas. todo a cambio de $800 mil dólares, ha publicado una nueva encuesta, en la que, precisamente Alan, el llamado “candidato de los narcos” aparece después de Barnechea de Acción Popular y de Verónika Mendoza, quien de dos puntos pasó a 8, es decir tuvo un empuje de ¡¡¡400% !!!
Es decir que, si con todas sus movidas sucias García pensó que podía armar una montaña sobre la cual trepar, el juego no le salió. Mas bien todo lo que ha hecho es cavar un hueco donde él es el primero en hundirse
García debe estar rabiando. Luego de espectorar a Acuña y Guzmán, la caricatura de Carlin, que aquí reproducimos, da la posible nota de sus próximos pasos.

¿Y ahora?
Las elecciones peruanas pudieran parecer una sorpresa, ahora que el principal personaje está empezando a entrar en acción: el pueblo. 
Los sucesos del Cusco, del jueves 10 de Marzo, en que el pueblo masivamente salió a repudiar a Keiko Fujimori e impedir que realice su mitin es sumamente significativo y desmiente su presunto primer lugar en las encuestas pues: No ha habido un sólo lugar en el Perú donde ella haya podido presentarse sin sentir el repudio popular. Es posible que eso ponga fin a sus incursiones al interior del país. 
Si las elecciones, se pensó, servirían para distraer al pueblo de sus demandas, el tiro les está saliendo por la culata porque poco a poco, en la conciencia de la gente las demandas sociales se encontrarán frente a la única posible solución, que no es otra que el poder político.

Mientras tanto, en los corrillos de izquierda, la cosa va clara, Ni Gregorio Santos, ni Vladimiro Cerrón, depositarios de un lenguaje que añora tiempos del estalinismo, cuajan. Queda Verónika Mendoza quien valientemente y contra la corriente avanza. No es el programa de un cambio socialista el que ella enarbola, pero en un país convertido en manzana podrida, una opción decente empujada por mucho jóvenes, equivale tanto a una revolución

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