viernes, 15 de junio de 2012

2012 – LAS PROFESIAS DEL FIN DEL MUNDO – APOCALIPSIS Y ARMAGEDON 2012 – LAS PROFESIAS DEL FIN DEL MUNDO





Por Héctor Santillán


Uno de los ejemplos más extendidos de mitos catastróficos  en el Viejo Mundo es el de la doctrina caldea del Año Magno postulada en el  III a.C. En ese entonces, el universo se consideraba eterno, pasaba por periódicas destrucciones cuando siete planetas se alineaban en un signo determinado. Por ejemplo, si lo hacían en Cáncer provocaba diluvios, en Capricornio destrucción por fuego. Platón narró en su “Diálogos” la legendaria isla de la Atlántida, que desapareció por terremotos y cataclismos “durante un día y una noche horribles”
EL APOCALIPSIS: Quienes hemos  visto la película 2012 y la destrucción casi total de esta vieja, hermosa y descuidada tierra, consideramos  que eso es el apocalipsis, incluyendo los poderosos de siempre que, en estos momentos, constituidos en grupo de los más acaudalados, de los multimillonarios,  han construido bunkers para hipotéticamente salvarse con sus familias, pensando siempre y como siempre, que se embrome el que viene atrás, y los que venimos atrás, en este caso, somos, los que pertenecemos a la cada vez más alicaída clase media y baja.  Pero, sigamos QUE ES REALMENTE EL APOCALIPSIS?
Lo más comúnmente aceptado es que el Apocalipsis se escribió para dar consuelo y fortalecer (según Laura Castellanos) a Iglesias de raíz hebrea perseguidas en Asia. En sus inicios su significado fue:…los tormentos serán superados en pos de la felicidad gloriosa…. El término griego significa “revelación”, su lectura inquietadora lo hizo sinónimo del fin del mundo, de una destrucción inevitable. La versión más conocida del Apocalipsis pertenece al último libro  del Nuevo Testamento atribuido a San Juan Evangelista, escrito entre los años 94 y 95 d.C. Anuncia tres etapas: primero, un periodo de calamidades y desastres. Después la segunda llegada del Mesías, quien reinará la humanidad durante mil años en que Satanás estará encadenado, por lo que serán 1000 años de paz. Tras el término del plazo, Satanás quedará liberado. Vendrá después la lucha terrible del bien contra el mal, conocida como ARMAGEDON. Luego vendrá el día del Juicio Final en el que no hay posibilidades de regeneración. Según el veredicto, se vivirá para siempre en el cielo o en el infierno.  Isaías y Daniel son los profetas del Antiguo Testamento con predicciones apocalípticas: Queda la tierra rajada, queda saqueada, desfallecen el cielo y la tierra. Se abren las compuertas del cielo y retiemblan los cimientos de la tierra, se tambalea y bambolea la tierra, tiembla y retiembla la tierra, tanto le pesa su pecado que se desploma y no se alza más. En el caso de Daniel, una de las visiones apocalípticas más conocidas es la de los “cuatro imperios mundiales”. Tuvo una visión nocturna: los cuatro vientos agitaban el océano, cuatro bestias gigantescas y distintas salían del mar. La primera era como un león con alas de águila; la segunda era como un oso medio erguido, con tres costillas en la boca, otra fiera como leopardo, con cuatro alas de ave en el lomo y cuatro cabezas. Después tuve otra visión, dice,  una cuarta fiera terrible, espantosa, fortísima, tenía grandes dientes de hierro con las que comía y descuartizaba, y las sobras las pateaba con las pezuñas, diferente a las fieras anteriores porque poseía diez cuernos. La cuarta fiera representaba un cuarto reino que habrá en la tierra, diferente a los demás, devorará toda la tierra, la trillará y despedazará.
La explicación del Libro de Daniel y la aparición de la cuarta bestia también se considera referencia del Anticristo cuyo nacimiento es la señal del Armagedón. El Anticristo, la “Bestia” hijo de Satanás, es un falso Mesías que engañará a las masas para dejarles muerte y destrucción. Poseerá poderes diabólicos, y será identificado: “Aquí hay sabiduría. El que tenga entendimiento que cuente el número de la bestia pues es número de hombre. Y su número es seiscientos sesenta y seis.
En el libro Profecías para el nuevo milenio, edición argentina anónima, se menciona que el Apocalipsis tiene una lectura religiosa y otra terrenal. En el Siglo 1, décadas después de la histórica persecución de Nerón contra los cristianos tiene también denuncia contra el gobierno romano en lenguaje cifrado para evitar represalias. Por tal razón el nombre de “Nerón Cesar” en características hebreas da por resultado el 666, por lo que se pensaría que Nerón fue el primer Anticristo. El 666 también se asignó a otros personajes  dependiendo del momento histórico.  La lista de Anticristos es larga: Mahoma,  fundador del Islam;  el líder protestante Martín Lutero, y también personajes del Siglo XX: Benito Mussolini, Hitler, Ronald Reagan, George Bush, Saddam Hussein, y cercanamente Osama Bin Laden.
EL MILENARISMO:  El anuncio en el APOCALIPSIS de una etapa de mil años en que Satanás estará prisionero y después será liberado y como consecuencia vendrá el ARMAGEDON, provocó un fenómeno llamado EL MILENARISMO. Profetas, líderes religiosos y otros, predijeron el fin del  ciclo en diferentes fechas. La idea de que el ARMAGEDON estuviera cercano, provocó sentimientos opuestos pues si bien habría una guerra implacable entre el bien y el mal, la luz y la oscuridad, y esa guerra destruiría la vida en la tierra, era un requisito necesario para lograr la venida de Jesucristo y la resurrección eterna. En diferentes momentos se interpretó que la liberación de Satanás era inmediata, lo que provocó pánico, revueltas, esperanzas frustradas, o un gran alivio porque nada sucedió. El milenarismo fue acogido por círculos revolucionarios evangélicos extremistas, sociedades secretas, algunos escritores y predicadores protestantes y círculos de iluminados.
John Hogue, autor de Las Profecías del Milenio señala que algunos profetas de raíz cristiana anunciaron el APOCALIPSIS   en: 996, 1186, 1533, 1665, 1866, 1931, 1945, 1954, 1960, 1965, 1967 y 1994. Jay Gould (Historiador de las Ciencias) habla sobre el fin de los tiempos más recordados: el originado al arribo del primer milenio. En la víspera del año 1000, en regiones de Francia y Alemania corrió el presagio de la liberación de Satanás. El anuncio provocó cierta agitación popular pero el suceso trascendió hasta nuestra época como de pánico masivo. Las profecías apocalípticas llegaron a su máximo auge durante las Cruzadas de los siglos XI y XIII, cuando tropas de diversos territorios de Europa combatieron a los musulmanes a raíz de la invasión de Tierra Santa. Hubo oleadas de presagios apocalípticos por razones de mortandad o crisis política-religiosa: grandes pestes como la de 1348, el Gran Cisma en la Iglesia Católica, con dos y hasta tres papas rivales compitiendo por el poder, la Reforma Protestante, y varias guerras religiosas de los Siglos XV y XVI. Se considera que a partir de la segunda mitad del Siglo XVII los temores apocalípticos disminuyeron, posiblemente porque Lutero, crítico del poder de la jerarquía Católica, señaló al Papa como el Anticristo. Lutero fue excomulgado. La ruptura lo llevó a encabezar un movimiento de protesta conocida como “protestantismo” que trajo la división de la Iglesia católica y el surgimiento de la Iglesia protestante. Con la conquista de América, el milenarismo llegó a este continente. Se estima que la “ilusión milenarista” de los aztecas de esperar al mítico Quetzalcóatl posibilitó la destrucción del imperio indígena por los españoles. El milenarismo llegó también con los primeros protestantes que viajaron de Inglaterra a norteamerica. El generador del renacimiento del protestantismo en  los años 1740 y 1744 fue Jonathan Edwards, quién promovió uno de los fundamentos de identidad de la naciente nación: Norteamérica era la tierra elegida para instaurar el paraíso terrenal. Sobre ese fundamento se erigió el imperio estadounidense. Varias religiones, especialmente protestantes, vaticinaron en repetidas ocasiones el ARMAGEDON  en América. En el siglo XIX por ejemplo, William Miller, un agricultor de Nueva Inglaterra, gran lector de la Biblia, profetizó que el juicio final sería entre 1843 y 1844. Nada pasó pero con sus miles de seguidores  fundó la Iglesia Adventista del Séptimo Día. También el milenarismo marcó el nacimiento de la Iglesia de Jesucristo y de los Santos de los Ultimos Días conocida como iglesia mormona. J. Smith fundó la iglesia a partir de un libro escrito por él sobre una supuesta revelación divina, llamado el Libro de los Mormones en el que Dios habla de un pueblo elegido en Norteamérica. La sede de esta iglesia esté en Utah. Este ciclo también originó el nacimiento de los Testigos de Jehová para quienes el fin de los tiempos o “Tiempos de los Gentiles” comenzó en 1914, cuando Cristo se presentó en la tierra de forma invisible. Pero Cristo cumplido un tiempo terrestre partirá y surgirá el ARMAGEDON , el enfrentamiento entre Dios que destruirá la maldad y los sistemas de gobierno. Solo salvarán 144,000 elegidos, citados en el APOCALIPSIS.
La mayoría de las presagiadas catástrofes ocurridas en el siglo XX tuvo como fuente el acercamiento de cuerpos celestes a la tierra. Así uno de esos presagios ocurrió en Argentina provocando  una psicosis colectiva de trágicas consecuencias. En 1910 el astrólogo francés Camille Frammarion, declaró al New York Times que con el paso del cometa Halley podría ocurrir que envenenara con gases toda la atmósfera destruyendo toda vida en la tierra. La fecha dada fue 18 de Mayo de 1910. Después de esta predicción un argentino Domingo Barisane publicó un folleto donde hacía todo tipo de nefastas predicciones y que vendió de puerta en puerta en el que anunciaba que al paso del cometa lloverían anfibios y peces, que los barcos serían atacados por monstruos marinos, tempestades, plagas y enfermedades. Esto provocó  suicidios en número sorprendente. En Buenos Aires se suicidaron 427 personas
Y así, las predicciones y vaticinios abundaron en el siglo XX, especialmente en 1980 y posteriores como la ocurrida en 1993 a la Rama de los Davidianos encabezada por David Koresh de la Iglesia Adventista del Séptimo Día cuando anunció la proximidad del APOCALIPSIS a su comunidad en Waco, Texas. Cuando la policía fue notificada y llegó al lugar rodeó al asentamiento davidiano. Los habitantes respondieron con armas de fuego. Se lamentó  víctimas de ambos lados. Cuando la policía intentó tomar el lugar se produjo un incendio que provocó la muerte de decenas de davidianos. En 1997 al paso del cometa Hale-Bopp se produjo otra tragedia parecida a la de Buenos Aires. El estadounidense Marshall Applewhite, fundador del culto Puerta del Cielo advirtió sobre el fin del mundo a sus seguidores. Provocó el suicidio de 18 hombres y 21 mujeres, porque si sus almas alcanzaban la cola del cometa, habría una nave extraterrestre que los llevaría ante Dios. En la década de los 60, se sumaron a los videntes, la noticia del piloto Kenneth Arnold que en 1947 afirmó haber visto platos voladores. Al comienzo de la década del 60, caracterizados por la revolución política y cultural en Occidente, se hizo germinar una vertiente profética. Una de las vertientes que la alimentó fue el libro El Retorno de los Brujos, de los franceses Jacques Bergier y Louis Pauwels con una tesis desafiante: civilizaciones ancestrales contactaron inteligencias de otros mundos. La otra fuente de la naciente vertiente profética fue un personaje maya: el Señor Pakal. El sacerdote Maya labrado en una lámina gigante de piedra descubierta en 1952 por el Arqueólogo Alberto Ruz Lhuillier en una cámara subterránea del Templo de las inscripciones en Palenque, Chiapas, que acentuó la idea del contacto entre viajeros del espacio y culturas antiguas.
 
También se profetizaron desastres con la entrada del año 2,000. A la llegada del 1999 y 2000, el nuevo milenio, suscitó nuevamente ideas milenaristas. En 1999 se esparció la versión de que la tierra sufriría un cataclismo mayúsculo vaticinado en una estrofa de Nostradamus, al haber usado este una escritura llena de símbolos para escapar a la persecución de la Santa Inquisición: El año de 1999, séptimo mes, Del cielo vendrá el Gran Rey del Terror, Resucitando al gran Rey de los Mongólicos, Antes después de Marte, para reinar felizmente. Esto fue citado por Stefan Paulus quien reconoció en su obra que la NASA no anticipaba el paso del meteoro porque de acuerdo a su predicción de una guerra nuclear,  Marte es el planeta de la guerra, aliaría a musulmanes y chinos. Pero el asunto continuaba con la caída de un meteoro que provocaría terremotos, olas gigantescas y huracanes. Así algunas más hasta llegar a:
EL AÑO 2000: La cercanía del año 2000 provocó más augurios sobre el fin del mundo, algunos extraídos de escrituras antiguas. Hogue investigó varios de ellos, por ejemplo, que los druidas célticos fijaron su ciclo último de 500 años alrededor del 2000. También  presagios salidos con mediciones y cálculos matemáticos de las cámaras de la pirámide de Keops en Giza, Además de todas estas predicciones, el mundo tecnológico y cibernético fue tocado por un rumor que circuló profusamente en los medios de comunicación. Se le denominó Efecto 2000 o Y2K, acróstico de “the year two thousand” presagiando que: a las 23:59 horas del 31 de Diciembre de 1999 los sistemas de computación en el mundo enloquecerían al no haber sido creadas para cambiar dígitos al año 2000. Se especuló la ruina económica global por la paralización de los mercados, interrupción de la comunicación, tráfico aéreo y suministro de energía. La tercera guerra mundial también estaba anunciada porque el sofisticado armamento nuclear se activaría indiscriminadamente por el mítico botón rojo de computadora…….Y todavía estamos aquí…
En la próxima y tercera entrega, daremos fin  a lo concerniente a las profecías Mayas. Como vimos al comienzo, y de acuerdo a los últimos descubrimientos las Profecías continúan y se escapan por la ventana del tiempo

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