jueves, 23 de mayo de 2013

¿Nada con Nadine?







Hablando de caretas, tratemos de la reciente vuelta en U que acaba de realizar el gobierno de Humala, dando argumentos a la derecha respecto al rol protagónico que tiene Nadine Heredia al frente del gobierno del “sacolargo” Ollanta Humala. Bastó que los medios de derecha insistan en el supuesto bolivarianismo de Humala, al intentar la compra de Repsol, para que unas ambiguas declaraciones del presidente “nacionalista” ante el felpudini de la Confiep, y hoy fujimontesinista vergonzante, Nicolas Lúcar, despertaran el verdadero odio de clase de la oligarquía peruana contra cualquier intento de estatizar un bien que podría resolver los problemas energéticos de todos los peruanos.

Y no se trata de que comprar la Repsol sea un objetivo a ojos cerrados. Por el contrario, la recuperación de La pampilla que Fujimori regaló a los españoles por 170 millones de dólares, hoy es un monumento a la incompetencia del capitalismo neoliberal, ese que cree que hay que invertir poco o nada pero si exprimir económicamente a los usuarios, (léase pueblo) hasta que éste llegue a la desesperación.
El caso es que el Estado antiperuano que nos gobierna, no hace lo que debiera hacer, una auditoría de la Repsol, que revele los incumplimientos de contratos, como el de la inversión para mejoramiento de activos, lo que debiera tener como respuesta una demanda por incumplimiento de contrato. Otro tema que debiera ponerse en el tapete debiera ser respecto a las contribuciones 


tributarias. Porque lo mas seguro es que por allí debe haber gato encerrado. Las empresas capitalistas, SIN EXCEPCIÓN, hacen trampas para defraudar al Estado en cuanto a tributaciones se trata. Con mayor razón si estas tratan con un Estado corrupto como el que gobierna el Perú.
Es probable que la Repsol deba tanto al pueblo peruano que su valor de compra fuera una patada en el trasero y a volar. Por eso a los sectores honestos del pueblo, especialmente a los trabajadores, despertaba suspicacia que el Estado haya hablado de ofrecer 400 millones de dólares por esa chatarra que debiera ser expropiada sin pago alguno. En cuanto a los supuestos dos mil millones de dólares que según los tramposos de la Confiep habría que invertir en La Pampilla, si eso fuera cierto ¿Qué pues? acaso en la supuesta restauración de los “colegios emblemáticos” no se invirtió alrededor de 500 millones de dólares que no han resuelto en nada el problema de la educación en el Perú.
Por otra parte, ¿no fue acaso una promesa de campaña de Humala reducir el costo de los combustibles? Humala, entonces, decía que el precio de los combustibles estaba relacionado con la propiedad del sistema de extracción del petróleo en el Perú. Señalaba, el hoy taxista de la hoja de ruta oligárquica, que producir un barril de petróleo en el Perú costaba entre 9 a 12 dólares por barril, pero como nuestro petróleo lo extraen las empresas transnacionales, ellas lo venden a la refinería de Talara al precio internacional que a veces sobrepasa los 90 dólares por barril.
Si el petróleo fuera nuestro, llegaría a Talara a máximo 15 dólares considerando costos de transporte entre otros y eso posibilitaría un precio menor de los combustibles que hoy lucran a empresas como Repsol, sobre la miseria de la mayoría de peruanos.


¿Hay solución a esa terrible realidad?

No hay comentarios:

Publicar un comentario