Por Rosa Maria Contreras
Conocer las necesidades y
aptitudes concretas de la tierra donde se vive es adelantar los procesos de
desarrollo individual y colectivo. Conocerse y aceptarse (en sus capacidades y debilidades, defectos y
virtudes) ayudan a evitar conflictos,
inducen a ser prudentes, y contribuyen a liberar prejuicios.
La
Organización Mundial de la Salud (OMS) consiguió concentrar su labor
preventiva, rehabilitadora, e integradora de la Persona con Discapacidad (PCD)
a la sociedad luego de clasificar a las
discapacidades en 3 esferas, según sus características, peculiaridades y
beneficios, marcadamente diferenciadas unas de otras.
Son
personas con Discapacidad Psicomotora, las que están afectadas en determinada área de su sistema
óseo, nervioso o muscular, que las limita de un normal desplazamiento en sus
actividades físicas. Vivir con artritis, artrosis, secuela de polio, etc. no
les impide desarrollar sus facultades
sensitivas y/o intelectivas.
Discapacidad
Sensorial, es la que presentan quiénes
tienen deficiencias en el sentido del oído o la vista, ellos se relacionan a
través de especializados medios de comunicación: El sistema de puntos en alto
relieve, identificable con la yema de los dedos, es la alternativa para los
ciegos. Creado por el doctor Luis Braile,
incrementa y desarrolla el sentido del tacto. De otro lado, el sistema
de comunicación para personas
sordomudas, basado en el movimiento de las manos proyectando una imagen visual
(código) ayuda en gran medida a integrarlas en la sociedad, lo que las compromete
aprender a leer los signos e interpretar
sus significados. Ser ciego o sordomudo no limita de identificar y cultivar
otras capacidades.
Las
personas con Discapacidad Intelectual, tienen especiales características en la conducta y el
intelecto. En el mundo de gente con Retraso Mental (RM), Síndrome de Down y
similares, se observan desde saludables actitudes afectivas hasta la más
violenta reacción de sorprendente impacto. Requieren tratamiento y cuidado de
por vida.
A
éstos tres tipos de discapacidades suman otra larga lista de situaciones
específicas, definidas por la OMS como discapacidades reproductiva, arterial,
neurológica, digestiva, cerebral, cardíaca, medular, etc. y son, mayormente, el
origen de otras limitaciones que afectan la salud mental de la persona con
discapacidad y sus familias.
Las
enfermedades siempre interpelan a las conciencias en crisis a nutrirse de
Paciencia. Don divino cuya gracia
pedida, concede la fortaleza para superar toda negativa consecuencia
físico-psicológica que una dificultad ú otra dolorosa experiencia en el paso de
los años la vida va dejando. ¿Y cómo se adquiere eso?
Siendo
optimistas, aceptando la realidad, y avanzando con calma hacia la conquista de
un objetivo; innatas características de una personalidad con auténtica vocación
humana y de servicio. Ser pacientes
quizá sea, el más difícil de los retos que a todo humano le toca experimentar.
Porque supone meditar en plena batalla y asumir tal cual el presente, significa
escuchar las bondades del alma e identificar “el pié con el que se cojea”,
representa optar por el cambio y ejercerlo:
Mientras la
ciencia y los médicos van haciendo lo suyo, el tiempo permite que la paz
germine dentro de uno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario