viernes, 26 de julio de 2013

Paz-Ciencia








Por Rosa Maria Contreras



Conocer las necesidades y aptitudes concretas de la tierra donde se vive es adelantar los procesos de desarrollo individual y colectivo. Conocerse y aceptarse  (en sus capacidades y debilidades, defectos y virtudes) ayudan a evitar  conflictos, inducen a ser prudentes, y contribuyen a liberar prejuicios. 
La Organización Mundial de la Salud (OMS) consiguió concentrar su labor preventiva, rehabilitadora, e integradora de la Persona con Discapacidad (PCD) a la sociedad luego de clasificar a las  discapacidades en 3 esferas, según sus características, peculiaridades y beneficios, marcadamente diferenciadas unas de otras.
Son personas con Discapacidad Psicomotora, las que están  afectadas en determinada área de su sistema óseo, nervioso o muscular, que las limita de un normal desplazamiento en sus actividades físicas. Vivir con artritis, artrosis, secuela de polio, etc. no les  impide desarrollar sus facultades sensitivas y/o intelectivas.

Discapacidad Sensorial,  es la que presentan quiénes tienen deficiencias en el sentido del oído o la vista, ellos se relacionan a través de especializados medios de comunicación: El sistema de puntos en alto relieve, identificable con la yema de los dedos, es la alternativa para los ciegos. Creado por el doctor Luis Braile,  incrementa y desarrolla el sentido del tacto. De otro lado, el sistema de  comunicación para personas sordomudas, basado en el movimiento de las manos proyectando una imagen visual (código) ayuda en gran medida a integrarlas en la sociedad, lo que las compromete aprender a leer  los signos e interpretar sus significados. Ser ciego o sordomudo no limita de identificar y cultivar otras capacidades. 
Las personas con Discapacidad Intelectual, tienen especiales  características en la conducta y el intelecto. En el mundo de gente con Retraso Mental (RM), Síndrome de Down y similares, se observan desde saludables actitudes afectivas hasta la más violenta reacción de sorprendente impacto. Requieren tratamiento y cuidado de por vida.   
A éstos tres tipos de discapacidades suman otra larga lista de situaciones específicas, definidas por la OMS como discapacidades reproductiva, arterial, neurológica, digestiva, cerebral, cardíaca, medular, etc. y son, mayormente, el origen de otras limitaciones que afectan la salud mental de la persona con discapacidad y sus familias.
Las enfermedades siempre interpelan a las conciencias en crisis a nutrirse de Paciencia.  Don divino cuya gracia pedida, concede la fortaleza para superar toda negativa consecuencia físico-psicológica que una dificultad ú otra dolorosa experiencia en el paso de los años la vida va dejando. ¿Y cómo se adquiere eso?
Siendo optimistas, aceptando la realidad, y avanzando con calma hacia la conquista de un objetivo; innatas características de una personalidad con auténtica vocación humana y de servicio. Ser  pacientes quizá sea, el más difícil de los retos que a todo humano le toca experimentar. Porque supone meditar en plena batalla y asumir tal cual el presente, significa escuchar las bondades del alma e identificar “el pié con el que se cojea”, representa optar por el cambio y ejercerlo:
Mientras la ciencia y los médicos van haciendo lo suyo, el tiempo permite que la paz germine dentro de uno.

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