Las mentiras que usó Bush para humillar en sangre a Irak hoy justifica
la agresión al pueblo sirio
Por Brian Becker
Los más
grandes proveedores de la violencia en el mundo se presentan como los más
grandes proveedores de intereses humanitarios en el mundo. Ni una palabra sobre
las consecuencias reales de un ataque. La administración Obama promete
implícitamente al pueblo estadounidense que sólo sirios sangrarán en esta nueva
“guerra”. Con esta promesa esperan que el pueblo no se levante contra un
gobierno que comete crímenes de guerra en su nombre.
El
ataque criminal planeando contra Siria está basado en mentiras no difíciles de
exponer.
El
gobierno sirio recibió una solicitud formal de Naciones Unidas el sábado 24 de
agosto para permitir el acceso de un equipo de inspectores a los suburbios de
Damasco, para determinar si se habían utilizado armas químicas. El gobierno
sirio concedió el permiso al día siguiente, domingo 25 de agosto.
Funcionarios
de la administración Obama declararon de inmediato que las inspecciones ya no
importaban porque el gobierno sirio había retrasado el acceso de los
inspectores de armas de la ONU al sitio. De hecho, altos funcionarios de
Estados Unidos llamaron al Secretario General de la ONU, Ban Ki -Moon, el 25 de
agosto (cuando Siria acordó que los inspectores podían hacer la visita)
exigiéndole que cancelara las inspecciones de armas porque ya “no tenían
sentido” (Wall Street Journal, 26 de agosto 26).
La
demanda contra Siria es absurda. El gobierno sirio no usaría armas químicas
sabiendo que sería detonante para la intervención militar de la OTAN. El
gobierno estaba ganando la guerra. Los grupos rebeldes apoyados desde el
extranjero sólo pueden ganar la guerra si Estados Unidos y/o la OTAN
intervienen directamente.
Cada
ataque imperialista y todas las estrategias de cambio de régimen de inspiración
imperialista, requieren un pretexto y una justificación pública. Se hace
necesario una causa noble para justificar la agresión. Ya que estamos en el
siglo 21 y no del siglo 19, los políticos del capitalismo occidental tiene que
ocultar y enmascarar su depredador objetivo, ya que habitualmente bombardean y
matan a la gente –en el Medio Oriente, Asia y África– que se resiste a que sus
tierras y recursos caigan en manos de las corporaciones occidentales, los
bancos y los intereses comerciales.
“La
opinión pública” necesitó una motivación humanitaria para el bombardeo de
Afganistán en el 2001, Iraq 2003, Libia 2011 y Siria en el 2013. Los más
grandes proveedores de la violencia en el mundo se presentan como los más
grandes proveedores de intereses humanitarios en el mundo. Siria no está amenazando
a Estados Unidos ni nadie en el gobierno de Obama sugiere que una amenaza es
real . Por lo tanto, los ataques militares planificados contra Siria son una
violación a los Estatutos de las Naciones Unidas y del derecho internacional.
Los estatutos de la ONU y la autodefensa
Intensificando
una guerra que podría tener consecuencias regionales y mundiales devastadoras,
la administración Obama se está inmiscuyendo en un juego peligroso.
Los
Estados Unidos y Siria son miembros de Naciones Unidas y signatarios de los
Estatutos de la ONU que establecen como ilegal que un país miembro ataque a
otro, salvo en el caso de defensa legítima.
Los
cálculos de la administración Obama sobre por qué puede y debe bombardear Siria
no se basan en la idea de la “legalidad”, sino en el poder y sólo en el poder.
Piensan que Siria es tan pequeño y vulnerable que no será capaz de defenderse o
de tomar represalias contra objetivos estadounidenses.
Pero el
Artículo 51, Capítulo VII, de la carta de Naciones Unidas deja claro que Siria
tendría esos derechos en caso de un ataque no provocado: “Ninguna disposición
en estos estatutos menoscabará el derecho intrínseco de legítima defensa
individual o colectiva en caso de un ataque armado contra un miembro de las
Naciones Unidas, hasta que el Consejo de Seguridad haya tomado las medidas
necesarias para mantener la paz y la seguridad internacional” (Artículo 51,
Capítulo VII).
La
presunta incapacidad de Siria para tomar represalias es la suposición tácita de
los planificadores de la guerra estadounidenses y sus fanáticos seguidores en
los medios de comunicación. ¡La guerra hecha fácil!
Ni
siquiera se habla de las posibles consecuencias de un ataque no provocado
contra Siria. La administración Obama le promete implícitamente al pueblo
estadounidense que sólo sirios sangrarán en esta nueva “guerra”. Con esta
promesa esperan que el pueblo no se levante contra un gobierno que comete
crímenes de guerra en su nombre.
Durante
los próximos días el pueblo saldrá a las calles en todo Estados Unidos para
decir NO a una nueva campaña de bombardeos en el Oriente Medio. Únete en la
organización de estas manifestaciones. ¡Ahora es el momento de actuar!
Para
organizar las manifestaciones contra la guerra en Siria en ciudades y pueblos
de los Estados Unidos, la Coalición ANSWER, necesita con urgencia su
contribución.
Brian Becker es coordinador
nacional de la Coalición Answer / Traducción: Fernando A. Torres (LatinOPen).
Suenan los tambores de guerra. Una vez más en
nombre de la paz.
Los mismos que inventaron la mentira de que
en Irak habían armas de destrucción masiva y luego de ocasionar más de un millón de muertos en ese
país, de haber destruído ciudades enteras, de haber empujado tropas al saqueo
contra uno de los más antiguos vestigios culturales en Bagdad, hoy pretenden
seguir el mismo juego en Siria.
Se habla de que en ese país, el gobierno de
Bachar al Asad ha usado armas químicas para atacar a su pueblo. En tanto que la
prensa alemana tiene información de buena fuente de que esas armas habrían sido
usadas por los rebeldes para, precisamente, provocar la intervención de EEUU.
El parlamento inglés, ya negó el apoyo del
Reino Unido a esta nue va aventura bélica, pero el Premio Nobel de la Paz,
Barack Obama, cabildea en el Capitolio con voz vampirezca exigiendo el
derramamiento de más sangre en Siria
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