Por Cabe
Afectado por el sarpullido social,
que se incrementa cada vez más, con movilizaciones que poco a poco tocan temas
sensibles al sistema, como el cuestionamiento a la corrupción, que en el Perú
ha pasado a ser política de Estado, la propuesta de diálogo de “cosito” Humala
con los partidos de oposición, suena a cacofonía entre buitre, lobos, ratas,
zorrillos, con tucán incluido como para que amenice la jaula.
Muchos
en Perú se preguntan ¿qué motiva el diálogo? Por supuesto, no ha de ser la baja
de popularidad del presidente Humala. Después de todo, Alan García, alias “el
panzón”, llegó al final de su mandato con menos aprobación, lo mismo que
Toledo.
No siendo la cosa por allí entonces ¿de qué se trata?
Las movilizaciones sociales, la protesta de indignados, las marchas de
los jóvenes agredidas violentamente por la policía, ya han ganado un importante
espacio en Lima, pero no lo suficiente para cuestionar el poder.
No es, entonces, la protesta en sí. Es el riesgo de que esta movilización
social pase a convertirse en un estallido político que cuestione el poder, el
sistema capitalista y a la vez despierte la ilusión de un cambio socialista.
Entonces. lo que hay en el fondo de este diálogo es lograr que la
oposición no eche más leña al fuego que encienda los ánimos del pueblo y arrase
a todos, comenzando por los corruptos partidos de la oposición.
Diálogo o repartija
Como no podía ser de otra manera, en un país donde “el chanchullo” es
ideología de la clase en el poder, es decir, los empresarios capitalistas; los
partidos de oposición llevan bajo el brazo, no el pan que hace falta al pueblo,
sino exigencia de prebendas que no pueden lograrse sino por la “repartija”.
Como todos los partidos del sistema tienen sus anticuchos bien marcados,
no cabe duda que, para comenzar, los fujimoristas pedirán la liberación de su
líder en cualquiera de las formas, indulto, arresto domiciliario o lo que se
les ocurra y de paso exigirán que no se siga removiendo el caso de los posibles nexos de los fujimori con el
narcotráfico, mediante la sospechosa empresa de Kenji, “tampoco-tan poco”, en
la que por dos veces se ha encontrado voluminoso cargamento de cocaína.
Por parte del Apra, ya no es secreto que las exigencia será poner fin a
las investigaciones de la Megacomisión que han dado en el plexo al Panzón y sus
secuases, toda una red criminal, que segun se sigue destapando estaría envuelta
no solo en la liberación de narcotraficantes, “los narco-indultos”, sinó en
tener a la mano toda una red de corrupción que se extiende tanto a las mafias
que merodean construcción civil, como a una frondosa burocracia aprista que
controla el poder judicial.
De Perú Posible ya está todo cantado, blindar al “cholo sagrado” es
fácil, después de todo, sus “casitas” son “chauchilla” comparadas con las
“trafas” del fujimorismo y el Apra.
Solo el PPC se la toma en serio y, qué risa, habla de un proyecto que
dure hasta el 2026. El partido del Tucán no tiene juego político, sabe que
siempre perderá en cualquier elección pero igual necesita cuidar las pocas uñas
que tiene en el poder.
¿Invitarán a la izquierda?
Hasta el momento en que se redactan estas líneas, no se sabe si el diálogo
con la izquierda está “en agenda”.
El llamado Frente Amplio, es una reedición del bloque democrático popular
de larga historia en nuestro país, desde que a la muerte de José Carlos
Mariátegui, Eudocio Ravines enterrara, junto al cadáver del Amauta, su proyecto
de diferenciarse del Apra construyendo el Bloque socialista.
El Frente Amplio, no ha sido invitado aun, pero, mediante algunos de sus
portavoces, como Rosa Mavila, ha manifestado su disposición a dialogar con el
gobierno. Solo que el gobierno no tiene nada que ofrecerles y esa es la razópn
por la que dudamos que llegará a tomar té en palacio. A menos que los llamados
al Paro Nacional, convocados por encima del FA, empiecen a suscitar la
contundencia que el pueblo demanda.
Sin embargo, todo indica que los dirigentes del FA, no tienen aun una
brújula que les indique el camino a seguir. Todavía hay muchas manos en el
plato y en eso de agitar consignas efectistas, el APRA sigue siendo mucho más
eficaz. Recordemos el éxito de la campaña para tumbar la candidatura de Nadine
uniendo la demanda de gas barato con el “no a la reelección conyugal”.
Las vacas flacas
Por lo que se deduce, el fin de las movidas del gobierno es hacer
digerible la caída de los precios de los metales a lo que seguirá la caída de
la demanda, con las posibles respuestas sociales. Ahí está la madre del
cordero. ¿Cómo
seguir llenando los bolsillos de las corporaciones imperialistas cuya voracidad
no tiene límites y al mismo tiempo impedir que el pueblo adquiera conciencia
política?
Por lo pronto el repudio a la Ley 29903, que de un plumazo descuenta el
23% de los ingresos de cientos de miles de trabajadores independientes, que
cobran por recibo, es una bofetada al pueblo, al tiempo que eso constituye
tremendo premio consuelo a las corporaciones financieras que ahora suman a
“sus” ingresos los fondos de las jubilaciones a la vez que continuarán trampeando
al Estado con los impuestos que nunca pagan.
Todo hace preveer que esa Ley es solo el inicio de otras que sacudirán
más aun el magro ingreso de los peruanos.
¿Se dejarán los peruanos vaciar los bolsillos fácilmente? Los colectivos
sociales, más que los llamados grupos de izquierda como el Frente Amplio, que
se está portando bien para lograr certificado de buena conducta de cara a las
próximas elecciones, tienen la palabra.
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