sábado, 7 de septiembre de 2013

La Pachamanca








Según fuentes históricas, el pueblo del Tahuantinsuyo tenía un calendario agrario que motivaban grandes festividades, entre ellas:
Solsticio de Verano (21 de Diciembre) = Qhapaj Raymi (fiesta de la nueva vida)
Solsticio de Invierno (21 de Junio) = Inti Raymi
Equinoccio de Otoño (21 de Marzo) = Puckllay, o fiesta de la abundancia
Equinoccio de Primavera (21 deSeptiembre) = Coya Raymi, o fiesta de la fertilidad


Por Carlos Bernales 

 
De acuerdo con el investigador Rodolfo Tafur, especializado en la antropología y religiosidad andina, esta predicaba que “la vida es una fiesta que nunca acaba, siempre crea”.
Esa idea formaba parte del concepto de la unidad del todo, una permanente búsqueda de equilibrio, donde la realidad está integrada por tres comunidades interrelacionadas: La naturaleza (sallqa), la comunidad humana (runas) y la comunidad de los padres (wacas o deidades). Esas tres comunidades “se encuentran en contínuo diálogo y reciprocidad, pues este es el modo de ser de la vida”.

Lo fundamental de esta filosofía era:
Para que haya vida, diálogo y reciprocidad debe haber igualdad; si se rompe la igualdad la relación se torna asimétrica, se benefician unos y se perjudican otros.
Este concepto hacía que las festividades fueran prolongadas, como durante el Invierno entre los meses de junio y septiembre, cuando se debilita la luz del sol y sus rayos dejan de calentar.  Entonces, los quechuas sacaban a sus huacas en procesión acompañándolas de unas antorchas llamadas “Chamizos”, hechas con ramas de algodón espinoso y que supuestamente ayudarían  a reavivar al Sol.

“Si hace frío en la tierra, es que el Inti también siente frío”
Siempre de acuerdo con sus conceptos, los runas sostenían que si hacía frío en la pachamama, el padre Inti también debía sentirlo. De allí que los chamizos, luego de ser paseados en procesión eran enterrados en pozas a las que se agregaban papas y se ofrendaban al sol para contribuir a su calentamiento.
Poco a poco, el alimento al sol iría abundándose en otros ingredientes como habas, choclos, carnes, humitas, hasta llegar a lo que hoy conocemos como Pachamanca.
Una ilustración de Huaman Poma de Ayala, de su libro Nueva Crónica y buen gobierno” describe al Inca ofrendando un kero de chicha al padre Inti, mientras la Colla sentada sirve más. En el cielo se ve una especie de ángel, llevando una ofrenda al Sol, es el Sucho (“el que alimenta al Sol).
Hasta acá el mito. La astronomía moderna ha descubierto que algunas constelaciones que se encuentran detrás del Sol tienen estrellas muy brillantes que en un momento dado parecen acercarse a éste.
Entre ellas tenemos a Sirio, de la constelación del Can Mayor, Aldebarán de Taurus y Capella del Cochero. Estas tres estrellas muy brillantes, de manera independiente y sin aparente coordinación, en un momento dado, una de ellas, aparece acercándose al sol en el mes de junio y cuando este fenómeno se hace visible, para los agricultores significa que habrán buenas lluvias durante la cosecha de la papa y por tanto habrá un año agrícoloa feliz.
Desde tiempos remotos, la lectura de este fenómeno ha dado origen a una tradición llamada Pilachay, que precisamente promueve a los agricultores a leer las estrellas durante el mes de Junio para encontrar a Sucho, nombre que significa “el que alimenta al sol”, y vaticinar buenos augurios.
Como hacer la Pachamanca resulta no tan fácil hacerla con todo lo que indica la tradición, la imaginación ha logrado el milagro que esta pueda hacerse en una olla alta, como las que se usan para hervir fideos.
=========================================






Pachamanca a la olla
(Receta para 6 personas)
2 libras de muslos de pollo
2 libras de carne de cordero
2 libras de carne de cerdo
3 cdtas. ají colorado
 2 cdtas. ají amarillo
 1 cdta. ajos
3 cdtas. vinagre
3 cdtas. orégano
2 libras de chincho
2 libras papas
2 libras habas
camotes
pancas de choclo
humitas
Preparación
Corte las carnes en trozos medianos y sazone con los condimentos. Deje reposar por tres horas y luego colóquelas en una olla de barro. En otra olla grande, también de barro o de aluminio, ponga pancas de choclo como una alfombra, y adentro, la olla donde están las carnes.
Tape la olla interior y coloque encima las papas, los camotes, las habas y las humitas. Cubra con chincho y huacatay y tape la olla externa. Si fuera necesario, use un lienzo o secador para evitar que escape el aire. Cocine por dos horas como mínimo. Sirva con salsa picante de rocoto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario