Una de
las secciones más leídas de Páginas Libres es la sección Barrunto. Algunas
personas sin embargo no entienden la forma de esta columna que mezcla humor e
ironía con caricatura informativa.
Columnas
como el Barrunto, son de larga historia en la literatura de habla castellana.
Es
posible que en la historia no haya alguien tan destacable como Francisco de
Quevedo y Villegas, poeta, literato y político de gran ingenio que elevó la
crítica política al Parnaso. Conocidos son sus versos, que irradian valentía y
afrenta al poder, especialmente a lo que lo otorga:
Madre,
yo al oro me humillo,
Él es
mi amante y mi amado,
Pues de
puro enamorado
Anda
continuo amarillo.
Que
pues doblón o sencillo
Hace
todo cuanto quiero,
Poderoso
caballero
Es don
Dinero.
Esta es
el alma que habita el fondo de Páginas Libres. Pero no se queda allí en la
historia.
En
época más reciente el escritor español Ramón Gómez de la Serna, dedicó su vida
a escribir Greguerías, una composición en prosa , con interpretaciones o
comentarios ingeniosos y humorísticos de la vida cotidiana que el propio Gómez
de la Serna definiría como “humorismo-metáfora”. Miles de greguerías fueron
escritas por este ingenioso autor, para ilustrar lo que él llevó a cabo he aquí
algunas:
“El
hambre del hambriento no tiene hache porque el verdadero hambriento se la ha
comido”; “A media botella de vino siempre le faltará la otra mitad”; “En invierno
los rosales están pensando en sus rosas”; “Al oír la sirena, parece que el
barco se suena la nariz”.
En
Argentina, Roberto Arlt, por los años 30, destacó con sus Aguafuertes Porteñas
en momentos en que, Buenos Aires se modernizaba como ciudad. Es conocida la
crítica ácida de Arlt, al contorno de esa transformación, en uno de sus
Aguafuertes trata, por ejemplo, la generalización de la luz eléctrica en la
ciudad y la duda de su utilidad por no ayudar directamente al entendimiento.
La
crítica mordaz, el sainete, la comedia, sea en el teatro como en la crónica
periodística y hasta en los grafittis callejeros han sido voces propias del
verbo popular. En España 1936, la actitud oscurantista y fascista de la
jerarquía católica, dio origen entre los anarquistas catalanes a la expresión
“Las iglesias solo iluminan cuando se incendian”.
Durante
las jornadas de Mayo 1968, en París, esas expresiones llegaron al clímax;
“Prohibido prohibir”; “La razón al poder”; “La revolución habrá triunfado
cuando el último cerdo capitalista sea ahorcado con las tripas del último cerdo
burócrata estalinista”.
Estas
expresiones de furia popular encierran humor agudo pero deseos oníricos que
revelan la necesidad de los cambios históricos que muchas veces han debido
apelar a la violencia social. Como la Revolución francesa o la revolución
americana.
Art
Bushwald, encantó con su ironía humorística que no se detenía ante los
políticos con sus mordaces comentarios. Durante años brilló su columna en el
Washington Post. Practicando la sátira política, Bushwald, llegó a acariciar el
preciado Premio Pulitzer, que se otorga a elegidos del periodismo
norteamericano. En Enero del 2006, luego de que le tuvieran que amputar una
pierna, legó una de sus frases célebres “Morir es fácil. Lo difícil es
encontrar aparcamiento”
Los
peruanos tenemos en Luis Felipe Angell, más conocido como Sofocleto, una
notable escuela de pensamiento, de arte humorístico y de sátira política como
ninguno. Hombre erudito que hablaba inglés, francés, portugués e italiano,
también entendía Latín y ruso. El ingenio de Sofocleto no tenía límites, su
capacidad para poner apodos no se detenía en nadie, al Presidente de la
Sociedad Agraria, el latifundista Pedro Beltrán Espantoso lo motejó como “el
señor de los mil-agros”. A Haya de la Torre lo llamaba “Papaya” y a sus
compañeros, “con-pañuelos”. A Alan García lo calificó como “Caballo Loco”, a
Bedoya Reyes como Tucán. Nadie escapó a sus sátiras. Sus sonetos eran de
antología, llamados sofonetos llegó a componer más de 12 mil, asimismo más de
50 mil sinlogismos. Uno de sus clásicos libros es “Los cojudos” donde hace leña
a muchos personajes de la Lima de los 80.
Como ejemplos de sinlogismos tenemos: Arpía: suegra que toca el arpa.
Santurrón: patrono de los pasteleros. Budín: hijo menor de Buda. Adulterio:
mandar a un tipo al mismísimo cuerno. Don Juan: tocador de señoras. El amor
llega como champán y se va como vino. El que trabaje de balde es un idiota al
cubo. No es que los argentinos bailen tango, es que no saben adonde llevar a la
pareja. La calumnia es una verdad dicha por nuestros enemigos. Nada sale tan
caro como un enemigo gratuito.
Con las
diferencias notables ante maestros tan grandes, el Barrunto, intenta reproducir
la replana y la sátira típica de las calles de Lima y la que se refresca en
alguna esquina en la Main o la Market Street de Paterson. Es lo que somos, tal
vez con aspiraciones y sueños que aun nos quedan muy alto. Pero lo intentamos
Y lo
seguiremos intentando con replana, cantando boleros, valses o salsas, como
aquella de Héctor Lavoe, Hacha y Machete, por la que nos acusan poco mas o
menos de criminales. A pesar de las amenazas, volvemos al genio de Quevedo y
hacemos nuestro uno de sus últimos sonetos:
No he
de callar por más que con el dedo
Ya
tocando la boca, ya la frente,
Silencio
avises o amenaces miedo.
¿No ha
de haber un espíritu valiente?
¿Siempre
se ha de sentir lo que se dice?
¿Nunca
se ha de decir lo que se siente?
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