sábado, 7 de septiembre de 2013

¿QUÉ ES EL BARRUNTO?








Una de las secciones más leídas de Páginas Libres es la sección Barrunto. Algunas personas sin embargo no entienden la forma de esta columna que mezcla humor e ironía con caricatura informativa.
Columnas como el Barrunto, son de larga historia en la literatura de habla castellana.
Es posible que en la historia no haya alguien tan destacable como Francisco de Quevedo y Villegas, poeta, literato y político de gran ingenio que elevó la crítica política al Parnaso. Conocidos son sus versos, que irradian valentía y afrenta al poder, especialmente a lo que lo otorga:
Madre, yo al oro me humillo,
Él es mi amante y mi amado,
Pues de puro enamorado
Anda continuo amarillo.
Que pues doblón o sencillo
Hace todo cuanto quiero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.


Esta es el alma que habita el fondo de Páginas Libres. Pero no se queda allí en la historia.
En época más reciente el escritor español Ramón Gómez de la Serna, dedicó su vida a escribir Greguerías, una composición en prosa , con interpretaciones o comentarios ingeniosos y humorísticos de la vida cotidiana que el propio Gómez de la Serna definiría como “humorismo-metáfora”. Miles de greguerías fueron escritas por este ingenioso autor, para ilustrar lo que él llevó a cabo he aquí algunas:
“El hambre del hambriento no tiene hache porque el verdadero hambriento se la ha comido”; “A media botella de vino siempre le faltará la otra mitad”; “En invierno los rosales están pensando en sus rosas”; “Al oír la sirena, parece que el barco se suena la nariz”.
En Argentina, Roberto Arlt, por los años 30, destacó con sus Aguafuertes Porteñas en momentos en que, Buenos Aires se modernizaba como ciudad. Es conocida la crítica ácida de Arlt, al contorno de esa transformación, en uno de sus Aguafuertes trata, por ejemplo, la generalización de la luz eléctrica en la ciudad y la duda de su utilidad por no ayudar directamente al entendimiento.
La crítica mordaz, el sainete, la comedia, sea en el teatro como en la crónica periodística y hasta en los grafittis callejeros han sido voces propias del verbo popular. En España 1936, la actitud oscurantista y fascista de la jerarquía católica, dio origen entre los anarquistas catalanes a la expresión “Las iglesias solo iluminan cuando se incendian”.
Durante las jornadas de Mayo 1968, en París, esas expresiones llegaron al clímax; “Prohibido prohibir”; “La razón al poder”; “La revolución habrá triunfado cuando el último cerdo capitalista sea ahorcado con las tripas del último cerdo burócrata estalinista”.
Estas expresiones de furia popular encierran humor agudo pero deseos oníricos que revelan la necesidad de los cambios históricos que muchas veces han debido apelar a la violencia social. Como la Revolución francesa o la revolución americana.
Art Bushwald, encantó con su ironía humorística que no se detenía ante los políticos con sus mordaces comentarios. Durante años brilló su columna en el Washington Post. Practicando la sátira política, Bushwald, llegó a acariciar el preciado Premio Pulitzer, que se otorga a elegidos del periodismo norteamericano. En Enero del 2006, luego de que le tuvieran que amputar una pierna, legó una de sus frases célebres “Morir es fácil. Lo difícil es encontrar aparcamiento”
Los peruanos tenemos en Luis Felipe Angell, más conocido como Sofocleto, una notable escuela de pensamiento, de arte humorístico y de sátira política como ninguno. Hombre erudito que hablaba inglés, francés, portugués e italiano, también entendía Latín y ruso. El ingenio de Sofocleto no tenía límites, su capacidad para poner apodos no se detenía en nadie, al Presidente de la Sociedad Agraria, el latifundista Pedro Beltrán Espantoso lo motejó como “el señor de los mil-agros”. A Haya de la Torre lo llamaba “Papaya” y a sus compañeros, “con-pañuelos”. A Alan García lo calificó como “Caballo Loco”, a Bedoya Reyes como Tucán. Nadie escapó a sus sátiras. Sus sonetos eran de antología, llamados sofonetos llegó a componer más de 12 mil, asimismo más de 50 mil sinlogismos. Uno de sus clásicos libros es “Los cojudos” donde hace leña a muchos personajes de la Lima de los 80.  Como ejemplos de sinlogismos tenemos: Arpía: suegra que toca el arpa. Santurrón: patrono de los pasteleros. Budín: hijo menor de Buda. Adulterio: mandar a un tipo al mismísimo cuerno. Don Juan: tocador de señoras. El amor llega como champán y se va como vino. El que trabaje de balde es un idiota al cubo. No es que los argentinos bailen tango, es que no saben adonde llevar a la pareja. La calumnia es una verdad dicha por nuestros enemigos. Nada sale tan caro como un enemigo gratuito.
Con las diferencias notables ante maestros tan grandes, el Barrunto, intenta reproducir la replana y la sátira típica de las calles de Lima y la que se refresca en alguna esquina en la Main o la Market Street de Paterson. Es lo que somos, tal vez con aspiraciones y sueños que aun nos quedan muy alto. Pero lo intentamos
Y lo seguiremos intentando con replana, cantando boleros, valses o salsas, como aquella de Héctor Lavoe, Hacha y Machete, por la que nos acusan poco mas o menos de criminales. A pesar de las amenazas, volvemos al genio de Quevedo y hacemos nuestro uno de sus últimos sonetos:

No he de callar por más que con el dedo
Ya tocando la boca, ya la frente,
Silencio avises o amenaces miedo.
¿No ha de haber un espíritu valiente?
¿Siempre se ha de sentir lo que se dice?
¿Nunca se ha de decir lo que se siente?

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