domingo, 19 de junio de 2016

Nuestros jóvenes graduados

Es importante reparar en estas nuevas promociones de jóvenes que van tomando su espacio en un país donde sus padres hicieron grandes esfuerzos por su desarrollo.
Es necesario tomar conciencia que estamos frente a un evento que año tras año va cobrando más fuerza, los jóvenes hijos de nuestros compatriotas, los hijos de los inmigrantes peruanos que obtienen un título profesional en este país, es el corolario de un largo camino, desde los primeros peruanos que llegaron al Nort Este de Los Estados Unidos, desde los pioneros, desde ese grupo de surquillanos en su mayoría que llego en los años cincuenta y sesenta del siglo pasado. En la lejanía de esos años, que lejos estaban esos hombres y mujeres que decidieron salir de la pobreza de un Perú que les negaba la oportunidad de progreso y desarrollo y que en un país extraño y frio, encontrarían y lo adoptarían como propio.

Esta nuestra comunidad peruana que a veces parece tan difícil de comprender, es como cualquier otra con sus prioridades y desganos, esta nuestra comunidad puede mirar al cielo y llenarse de esperanza porque nuestros hijos están logrando rápidamente insertarse en la vida productiva de este su país, donde nacieron y, o crecieron y forman parte de esta gran economía mundial. En hora buena, para todos estos jóvenes y sobre todo para sus padres, que son los grandes ganadores de la vida, porque los triunfos de los hijos tienen un sabor superior a los propios. Es decir valió la pena el esfuerzo, valió la pena horas de frio y de lucha incesante, valió la pena más de una humillación en el día a día, valió la pena crecer de a poquitos, para que nuestros hijos y los hijos de ellos sean lideres de una comunidad pujante y que poco a poco va tomando su espacio junto con otras comunidades hermanas, y van siendo componentes vivas de la gran comunidad latina de la unión americana. A todos los padres que ven coronar sus esfuerzos en estos títulos profesionales, a todos estos jóvenes que han logrado la satisfacción de sentir el orgullo de sus padres y conseguir las metas trazadas, otras metas se abren como abanicos multicolores, otros sueños mayores los aguardan y los padres se regocijaran con los logros de sus hijos y podrán esbozar una sonrisa de satisfacción por el deber cumplido.
Desde esta humilde redacción felicitamos a todos y cada uno de los padres y a todos y cada uno de estos jóvenes que emprenden un nuevo camino en una sociedad de competencia. Nuestras sinceras felicitaciones y nuestra admiración constante para el esfuerzo brindado al engrandecimiento de la herencia peruana.
Estamos frente a un acontecimiento que se repite año tras año, y es de los más importantes de la vida de las familias que forman nuestra comunidad. Estamos ante el momento de explosión personal de muchos jóvenes que año a año logran su cometido y son la sabia que trae consigo nuevos horizontes para el desarrollo personal y familiar. Estamos ante los momentos definitorios de las vidas de muchos compatriotas, nuestro aliento constante y que se tracen nuevas metas para el orgullo de sus padres, los propios y de sus familiares y de todo una comunidad ávida de triunfos personales y grupales.
No queremos dejar pasar la oportunidad para felicitar a los padres de familia por la celebración de su día.  Un caluroso y efusivo abrazo para todos nuestros padres, hermanos y amigos que se entablaron en dura lucha para sacar adelante a su familia. Nuestras muestras de aprecio para todos nuestros lectores y amigos que han hecho de la paternidad su razón de vida. Muchas felicidades para todos, y para nuestros padres que partieron una mirada al cielo y la alegría de ser sus dignos herederos FELIZ DIA PAPA.

¡Hay hermanos todavía, mucho que hacer!

Cesar Vallejo.

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