¿Has
pensado alguna vez como sería una nueva Guerra Mundial?
En una
palabra: Corta. Muy, muy corta. De hecho el despliegue de armas termonucleares
apenas llegaría a los noventa minutos de duración. Y es esa dirección a la que
vamos desde que el “Mundo occidental” se marcó un farol con la Guerra en Libia,
amenazando al resto de países: “podemos invadir, e incluso asesinar a
presidentes de otros países, y nadie dice nada”. Sin embargo, Rusia y China
dijeron basta. Así, desde Noviembre de 2011, vivimos en una tensión mayor
incluso que durante la Guerra Fría. No es ninguna exageración. Mira lo que está
sucediendo con Siria.
Aviones
de guerra y de transporte militar han comenzado a llegar a la base aérea
británica de Acrotiri en Chipre, a unos 200 kilómetros de la costa de Siria, en
una señal de crecientes preparativos para un ataque militar contra el régimen
de Assad.
En
estos momentos el ministro de Exteriores sirio, Walid al Muallem, hace una
declaración oficial señalando que Siria se defenderá con “todos los medios
disponibles” si le ataca EE.UU. Esas respuestas ya se escucharon antes en Irak,
Libia y tantos otros países que...
El
mundo occidental y cristiano se lanza nuevamente a la aventura bélica, en
nombre del Dios de la muerte, contra
“pueblos bárbaros que utilizan armas químicas”. Lo curioso en todo esto, es que
inspectores de la ONU se encuentran buscando el delito como en Irak. Mas allá
de pantomimas, solo se espera la orden del Premio Nobel o “paloma negra” de la
Paz, para estallar la guerra. ¿Y los medios de comunicación?
Bien
decía Eduardo Galeano: “Nos mean y la prensa dice lluvia”
“Ninguna
bandera es lo suficientemente grande como para cubrir la vergüenza del
asesinato de personas inocentes”, escribió el historiador Howard Zinn, autor
del libro “La otra historia de los Estados Unidos”.
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