El Dream Act, un beneficio que alcanzaría a miles de
jóvenes estudiantes para poder acceder a estudios universitarios y egresar como
profesionales que van a dar su cuota de progreso y desarrollo al país que nos
cobija, una vez más se encuentra detenido a causa de indesiciones del
presidente Barack Obama y a los esfuerzos de la coalición reaccionaria de
republicanos y demócratas unidos para cualquier acto de guerra por el mundo
pero no para posibilitar bienestar a nuestros jóvenes.
Es de desear que las elecciones que se avecinan el
próximo noviembre sirvan una vez más para reafirmar la fuerza del voto hispano,
ese que le dio el triunfo a Obama y que éste ha traicionado a lo largo de su
mandato. La reforma migratoria es más
que una necesidad de los hispanos Mr. Obama, es un derecho humano que nos pertenece.
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