sábado, 20 de diciembre de 2014

Ahora vienen por usted


Por Eduardo Gonzales Viaña.

Ningún país civilizado tiene una ley semejante a la ley 30151. La barbarie de sus proyecciones la hace digna de algún teocrático califato o de alguna perversa dictadura que creíamos ya superada.
Antes, le tocó a Fidel Flores Vázquez. Ahora vienen por usted.
Le hago recordar. Decenas de policías en carros blindados se apostaron contra la casa de Fidel en Cajamarca. Todo lo que él quería era defender su vivienda, el único bien de los suyos y estaba allí, sobre el techo para defenderla. Él era uno solo, frente a la tropa policial y a los matones civiles. ¡Un hombre solo!

Norbil, el policía que lo alcanzó, y todos sus compañeros que lo ayudaron a ultimarlo, están en libertad, puesto que la ley 30151 exime de responsabilidad penal al efectivo militar o policial que en cumplimiento de su deber cause lesiones o muerte con su arma u otro medio de defensa. A partir de ese dispositivo legal, un soldado o un policía pueden herir o matar sin problemas. Basta que digan que estaban cumpliendo su deber.
Ningún país civilizado tiene una ley semejante. La barbarie de sus proyecciones la hace digna de algún teocrático califato o de alguna perversa dictadura que creíamos ya superada.
Hemos protestado contra ella, y nuestra protesta se multiplicó en las redes sociales e incluso se hizo viral, pero los diarios se ocupan ahora de otros temas, y poco a poco olvidan que el verdadero origen de estos crímenes es la ley 30 151. El ministro y el presidente supuestamente han llamado la atención a los perpetradores, pero no recuerdan que aquellos actúan en virtud del dispositivo legal que les da impunidad.
Y usted también olvida, amigo lector. No hay que esperar mucho. Entre Fidel, la semana pasada, y usted, o nosotros, mañana, esta el caso del capitán Eliu Fuentes Ramos. Hoy día, el frente policial de Puno publica una resolución imponiéndole seis días de suspensión por “infracción leve”.
Tan excelente tirador como Norbil, el buen Eliu atacó con disparos de perdigones al periodista Rudy Huallpa y le acertó en la cara ocasionándole la pérdida del ojo izquierdo. Eso ocurrió hoy, pero solo ha merecido unos pocos centímetros del texto en alguna página que usted no leyó.
Y no es lo único. El juzgado penal de Huancavelica acaba de eximir de culpa y de pena a los cuatro policías involucrados en una represión que ocasionó tres muertos y decenas de heridos.
Usted dirá que los sucesos ocurrieron el año pasado. Sin embargo, no se olvide que existe el principio legal de retroactividad benigna, y que por lo tanto la ley 30151 es aplicable a favor de los cuatro policías que atacaron y masacraron a los jóvenes estudiantes con fusiles AKM y con puñales.
También es aplicable a los policías del “Baguazo” quienes dispararon contra los indígenas que se habían levantado para defender su derecho de propiedad así como las tierras, los bosques y los aires de la Amazonía. Resulta increíble que, sin embargo, en nuestro país, se realice el próximo mes, COP, una conferencia mundial sobre cambio climático
Como lo recuerda la Federación Ecuménica para el desarrollo y la paz (FEDEPAZ), solo en lo que va de gobierno del Presidente Ollanta Humala Tasso, 30 civiles (incluyendo dos menores de edad) han perdido la vida como consecuencia de la actuación de las fuerzas del orden en contextos de protesta social.
Como lo dice ese mismo organismo, el Estado en lugar de atender la justas demandas de extensos sectores de la sociedad para que se respete sus derechos fundamentales; lo que hace es instrumentalizar el derecho penal para perseguirlos y buscar acallar sus protestas priorizando el uso indiscriminado e irracional de la fuerza.
Es urgente exigir la derogatoria de la ley 30151. Si los medios periodísticos lo olvidan, recordémoslo nosotros. Usemos los medios sociales. Reenviemos esta nota, y todas las que se escriban. Hágalo pronto, amigo lector, ahora que vienen por usted.


No hay comentarios:

Publicar un comentario