viernes, 26 de febrero de 2016

¿Y ahora quién podrá salvarnos?


Por CABE

Finalmente, estamos en el año electoral.  Estamos a fines de Enero de 2016 y ya están decididas y aceptadas una veintena de candidaturas en el JNE. El negocio de la presidencia debe ser muy apetecible para que haya tantos candidatos que casi al unísonos empezaron a mostrar los dientes filudos a los adversarios conformen las encuestas van mostrando las supuestas preferencias del público.

Sin lugar a dudas en esas encuestas hay algo de trampa. Recordemos que una parte de los ejecutivos de esas encuestadoras fueron condenados a prisión (que no se cumplió) por haber cometido unos cuantos embustes. 

Encuestas bamba en el país de las cosas bambas
Por lo que es fácil presumir que las encuestadoras, de alguna manera, influyen las respuestas de los entrevistados y por tanto los resultados en general. También está el hecho de la poca información, trabajo al que se dedican los medios, como la reciente entrevista del inefable Lúcar a Keiko Fujimori donde le ponía las preguntas en bandeja y cuando se la puso difícil al preguntar si indultaría a su padre preso por corrupto, ladrón y asesino, la candidata llamó a sus hijas y cambió el cuento haciéndolas contar números. Todo un sainete.
Lo mismo se puede decir de la aparición del nuevo “outsider” Julio Guzmán, quien a todas luces es una creación más de los medios para presentar la alternativa de un rostro remozado del fujimontesinismo que cuenta hasta el momento con 5 candidatos, Keiko, Alan, PPK, Toledo y Acuña. ¿Alguien duda de que estos representan la corruptela de los años 90?
Debe señalarse que, sin embargo, el más objetivo representante del fujimontesinismo no es Keiko. Es Alan García un cazurro de la política, tramposo y corrupto que encarna simultáneamente a Fujimori y a Montesinos, ambos en un solo burdo y grasoso paquete.
Alan García, es el que representa mejor los intereses de una clase mediocre y parasitaria que detenta el poder económico en el Perú. Una clase acostumbrada a esquilmar los recursos del Estado a través de negociados que se esconden bajo la mesa y al amparo de la poca transparencia que existe en el Estado peruano que permite esconder esa corrupción que es el juego que más agrada a los nefastos que se refugian en esa guarida llamada Confiep.
“Pero si no te gustan mis principios, ahí tengo otros”, pareciera decir el nuevo cachorro de la Confiep, Julio Guzmán, listo para reemplazar a sus dinosaurios en caso que las encuestas a las que ellos acceden y que no son las mismas que aparecen en los medios, no revelara una victoria de sus 5 candidatos.

¿La decencia se quedó sin votantes?
Por el lado de la decencia, como era de esperar, aun no se muestra el vuelo del águila. Aparentemente, Verónika Mendoza está estancada en un 2% y los medios sonríen con la posibilidad que allí se quede. 

Keiko y Alan contra la corrupción, jajaja...
Mientras tanto, el cinismo del mundo de la mendacidad, ha hecho posible que los candidatos corruptos sin igual aparezcan en un debate sobre corrupción mostrando sus políticas supuestamente elaboradas para combatirla. 

Por ello, el titular de la nota apela a algún Chapulín Colorado. Sin embargo, ¿Podrá salvarnos?

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