martes, 26 de agosto de 2014

LA DAMA DE PASUL





El hecho ocurrió en las primeras décadas del pasado siglo, durante la época de la peste, de la viruela una de las tantas epidemias.  Mi finado padre Don Miguel Santillán López nació en Lobitos mientras que su madre, la abuela,  la dama Dalia López, se trasladó a Pasul  después de su odisea,  adquiriendo una pequeña chacra,  criadero de cabras.  Algunas veces encontré a mi padre mirando nostálgicamente a lo lejos,  a una pequeña cadena de montañas que por la distancia y los vapores del desierto de Pariñas,  tomaba una coloración azulada, y consecuentemente con ello, reciben el nombre de Cerro Azul. Por allá, señalaba mi padre…. queda Pasul.
Pasul es un pequeño poblado situado al Este de Talara, y cercano  a  Buena Vista a 2.9 km;  Moscones  3.5 km, y La Encantada a 11.8 km. 
Talara, el campamento petrolero que se convirtió en una ciudad prospera e importante,   con los empleos más codiciados del Departamento de Piura, un muy productivo puerto de embarque de petróleo, y  desembarque de mercaderías, incluyendo enfermedades contagiosas. Según estudios realizados por el arqueólogo norteamericano Dr. James Richard en Quebrada Honda al Norte de Pariñas,  existe la posibilidad de la llegada del hombre a la zona de Talara ocurriera entre los años 6.000 y 9,000 antes de Cristo. Viviendo preferentemente de la pesca,  sin abandonar sus actividades tradicionales, la recolección de frutas silvestres y la caza. Posteriormente los Tallanes fueron conquistados por el Gran Chimú, y los Incas terminaron de someter esas tierras.

El desarrollo histórico de Talara está ligado al petróleo,  producto que se conocía en la zona desde tiempos inmemoriales. El historiador Guillermo Prescott relata que nuestros antepasados conocían el cope, o la brea y que los utilizaron  los pueblos incas. Los españoles  explotaban los yacimientos durante la colonia, y fueron vendidos por primera vez al capitán Alonso Granadino. Durante la República el Estado peruano nombró  sucesor de la mina a Don José Antonio Quintana, quien posteriormente la vende a Don José de Lama y este por herencia la dejó a su hija Doña Josefa de Lama. Continúa el proceso de compra-venta hasta llegar a Don Herbert Tweddle quien en 1890 otorga su posesión a la empresa London Pacific Petroleum por un periodo de 99 años; para después ser negociada con la International Petroleum Company   que en 1924 suscribe el Laudo de la Brea y Paríñas  comprando los derechos de suelo y subsuelo.  A principios  del siglo XX Talara era una aldea dedicada a la pesca y otros menesteres hasta la llegada de los norteamericanos.

LA VIRUELA:

La viruela fue una enfermedad infecciosa gráve , contagiosa, causada por la Variola Virus, que bien podía causar la muerte. No hubo nunca tratamiento especial para la viruela y las únicas formas de prevención era la vacuna. El nombre VIRUELA proviene del latín varius, que significa variado, variopinto, y se refiere a los abultamientos que aparecen en la cara y cuerpo de los infectados. Según la OMS, la viruela, junto con la peste bubónica, son las enfermedades que han sido totalmente erradicadas de la naturaleza del ser humano. El virus de la viruela surgió en las poblaciones humanas alrededor del año 10,000 AC. Durante varias sucesivas epidemias devastaron la población. Era una enfermedad tan agresiva que en algunas culturas antiguas se prohibía dar nombre a los niños hasta que contrajeran la enfermedad, y si sobreviviesen a ella. La mortalidad llegó a ser hasta un 30% de los infectados. En la India pensaban que la enfermedad se debía a la bendición de la diosa de la viruela Shitalá (la Fria) acudiendo los enfermos a adorarla con lo que la epidemia se extendía con mayor velocidad. Aunque no se crea, aún hoy en la India a los recién nacidos se les llama generalmente kumará,  facilmuere. La viruela devastó Europa del siglo XVIII, se extendía en forma de epidemia matando y desfigurando a millones de personas. Es posible que este siglo fuera terrible por la presencia de la enfermedad en Europa. Después de afectar durante milenios a ese continente se trasladó a América durante la conquista siendo esparcida entre los indígenas por los españoles causando un colapso demográfico y colaborando en el proceso de conquista. En 1520 apareció entre los Aztecas en el sitio de Tenochtitlán, provocando la muerte del líder azteca Cuitlahuac. Entre los Incas acabo con el soberano Huayna Capac y provocó la guerra civil previa a la aparición hispana. Según los cronistas de la conquista, ocasionando su muerte el principio del fin del Imperio Incaico. Su sucesión produjo la guerra civil entre Huáscar y Atahualpa que escindió el Imperio. Durante miles de años han ocurrido ocasionalmente epidemias, sin embargo, después de un exitoso programa de vacunación mundial, se logró erradicar la peste. En los Estados Unidos el último caso se produjo en 1949. Una vez la enfermedad se erradicó en todo el mundo, se suspendió la vacunación habitual.
Talara tenía ya, un próspero puerto en desarrollo, por lo que no es extraño pensar  que por allí ingresó la viruela que como afirmamos había sido traída por los españoles cientos de años atrás. Como dije al comienzo mi padre nació en Lobitos, junto a sus hermanos. No queda claro en la historia familiar, de donde venía mi abuela y sus cinco hijos en su camino a Talara cuando se ve forzada a enfrentar un duro destino.  Uno de mis hermanos afirma que venían del Ecuador, y otro  de Tumbes. Pero, de una u otra forma, la peste ya estaba en la barcaza y los hijos de mi abuela estaban contagiados. Los lancheros sabían que si se presentaban así  en el puerto de Talara no los dejarían desembarcar. Un  problema…. ¿qué hacer? Supongo que buscando la seguridad  del resto del pasaje, decidieron desembarcarlos en las playas y lomas que circundan Talara. La desolación acompañó el desembarco de la desgraciada familia. Acompañaban a la madre, mi abuela, los tíos: Gabriel, Roberto, el Zambo y la tía Paula. El quinto tío cuyo nombre no recordamos, falleció en medio de las dunas en brazos de su sacrificada madre y fue enterrado entre las dunas.  ¿Cómo cavaron la tumba si no tenían herramienta alguna? Suponemos que con las manos en un acto que engrandece el valor de la madre peruana, en este caso. Muchos años después, cuando la IPCo.  Proveyó a mi padre con una de las recordadas camionetas negras marca Ford o Chevrolet, enrumbó más de una vez para las playas por donde se suponía habían desembarcado a nuestra familia. Buscaba una cruz, una marca o algo que identificara la tumba de su hermano pero por más que buscó, no encontró nada que indicara el lugar. El sol, el viento y a lo mejor las mareas borraron todo vestigio de esa desafortunada y triste aventura. No está de más mencionar que la peste dejó su huella  en dos de mis tíos. Pero  ¿en qué playa fueron desembarcados? Para los que conocen la zona, fue en la playa continua a la bella Las Peñitas; en Las Capullanas,  hoy turístico lugar del que se cuentan muchas anécdotas de duendes y encantos. Adornada por misteriosas cuevas y donde se dice  habitaba una encantada tribu de matriarcal organización  que para mayor seña tienen, las cavernas, en una de sus paredes bien representados dos femeninos senos. ¿Protegieron de alguna forma las hechizadas integrantes de este matriarcado a la desvalida pero valiente mujer  abandonada a su suerte, que cargaba  sobre sus hombros y los de sus hijos el estigma de la temida y maligna viruela? ¿Cómo se curaron los cuatro hermanos sobrevivientes si no tenían medicina alguna? No lo sabemos.  Suponemos que para sobrevivir  se guarecieron en las cuevas para protegerse del inclemente sol en un lugar donde la vegetación es casi inexistente. Ese reponerse de los contagiados permitió su regreso a Talara sin impedimento alguno, y su posterior traslado por decisión propia a Pasul. ¿Cómo fue? ¿Qué pasó en los momentos del obligado abandono de toda una familia en inhóspito lugar? Solamente el duende de las lomas y las playas de Las Capullanas,  aquel que sale de noche para llevarse a los cristianos y perderlos en el mar,  lo sabe….
Hace un par de años, un lugareño comentó a uno de mis hermanos que allá en Pasul hay una antigua cruz a la vera del camino donde muchos pobladores van a rezarle por los milagrosos que concede. ¿Será el desgraciado hermano que quedó enterrado, suponemos, por Las Capullanas……..?

LA HORA DEL HOMBRE                                                                        Referencias: Historia de Talara (Reynaldo Moya Espinoza)
Héctor Santillán                                                                                           La viruela en el Perú y su erradicación: (Carlos Quirós)

Elizabeth, New Jersey – Agosto 4/14                                                

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